La Comisión Europea acepta las protestas francesas sobre los barcos españoles que faenan en el golfo de Vizcaya

La Comisión Europea ha aceptado las protestas francesas sobre las características de los barcos españoles que faenan en aguas del golfo de Vizcaya. Según un estudio realizado por un grupo de especialistas de la Comunidad Económica Europea (CEE), los palangreros españoles capturan casi las mismas cantidades que un arrastrero normal, y no tres veces menos, como se venía calculando hasta ahora. Por otro lado, lanchas patrulleras de Marruecos amenazaron ayer a los pesqueros españoles que faenan dentro de las aguas territoriales de este país al amparo de sus correspondientes licencias, informa Onda Pesquera.

Las conclusiones del grupo de trabajo de la Comisión Europea suponen una complicación extra para las ya de por sí difíciles negociaciones que se iniciarán el próximo mes de diciembre para fijar las cuotas y las licencias de que dispondrán los pesqueros españoles en 1983 en las aguas de los diez. La ofensiva francesa se desencadenó el pasado mes de octubre, cuando el ministro Louis Lepensec realizó una declaración oficial ante el Consejo de Ministros de la Pesca de la CEE anunciando que no aceptaría ningún acuerdo para 1983 mientras que la Comisión no garantizara el cumplimiento por parte de España de los acuerdos existentes. Lepensec se quejó, en concreto, de la conversión de palangreros en arrastreros y de la matriculación de pesqueros españoles en el Reino Unido. Según los acuerdos actuales, las licencias que concede la CEE pueden ser utilizadas, bien por un solo arrastrero, bien por tres palangreros (barcos que capturan el pescado mediante anzuelos y no con redes). Siempre según los franceses, los españoles burlan la legislación porque sus palangreros llegan a desplegar hasta cincuenta kilómetros de filas de anzuelos, con 40.000 unidades, con lo que el rendimiento es similar al de un arrastrero con redes. Este es el argumento que ha sido recogido ahora por la comisión y que pesará fuertemente en las negociaciones inmediatas.

Por el contrario, la Comisión considera que la matriculación de pesqueros españoles en el Reino Unido no es un problema de su competencia. París ha reclamado repetidas veces a Londres que modifique su reglamentación actual.

En medios españoles se estima que los cálculos realizados por los expertos de la Comisión son inexactos y que la ofensiva francesa pretende exclusivamente una nueva reducción del número de licencias (130) y de toneladas de merluza (8.500) concedidas a los pesqueros españoles en 1982.

Los expertos españoles siguen, por otra parte, con gran interés los debates del Consejo de Ministros de la Pesca de los diez, reunidos ayer en Bruselas. Los diez intentan desde hace más de seis años poner en marcha una política común de pesca, lo que ha sido imposible hasta ahora por falta de acuerdo entre Francia y el Reino Unido. El pasado 15 de octubre se logró, sin embargo, un acuerdo sobre el principal punto de enfrentamiento: el acceso a las aguas británicas, que poseen más del 60% de los peces comunitarios.

Según el acuerdo franco-británico, los ingleses se reservarían durante diez años (e incluso veinte) una zona exclusiva de doce millas a lo largo de sus costas, en las que sólo podrían faenar los países con derechos históricos, es decir, Francia. Este acuerdo es especialmente interesante para París, con vistas, sobre todo, a la futura adhesión de España.

Por otro lado lanchas patrulleras de Marruecos amenazaron ayer en diversas ocasiones a los pesqueros españoles que faenan en sus aguas territoriales al amparo del acuerdo pesquero vigente. Esta acción se debe a un intento de interrumpir los trabajos de pesca de la flota española, en las fechas cercanas a la finalización del actual acuerdo pesquero entre los dos países, informa Europa Press.