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SANIDAD

Trasplantan el hígado a una niña de 11 meses en Estados Unidos

Una niña de once meses, que hubiera muerto antes de cumplir un año, sin un transplante de hígado, se encuentra en estado satisfactorio, tras haber recibido el órgano de otro bebé, que resultó con la cabeza aplastada por un coche.

El caso ha despertado la atención en Estados Unidos, no sólo porque el padre de la niña Jamie Fisk, había pedido por televisión que alguien donase un hígado para su hija, sino también porque la trágica muerte de un bebé de diez meses ha dado la vida a Jamie.

Los padres del niño muerto, del estado de Utah, dijeron ayer que decidieron dar el hígado de su hijo para salvar la vida de la pequeña, tras haber visto en televisión el mensaje del señor Fisk, de Indiana.

El bebé resultó con la cabeza aplastada en un accidente de coche y tren. Los médicos pronosticaron la muerte cerebral del pequeño y dijeron a los padres que no había ninguna posibilidad de que se salvase.

La madre del bebé, hospitalizada por las heridas sufridas en el accidente, abandonó el hospital para ir a despedirse de su hijo. Después, los cirujanos desconectaron los sistemas que le había mantenido con vida y enviaron el hígado a Minneapolis. Allí un equipo médico había comenzado a operar a Jamie para poder transplantar el órgano, en cuanto se recibiese. La intervención duró seis horas y fue un éxito, aunque las dos próximas semanas serán críticas para la vida de la pequeña.

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