Una institución para salvaguardar la credibilidad financiera

El 11 de noviembre de 1977 se constituyó el Fondo de Garantía de Depósitos en Instituciones Bancarias como fórmula para salvar de la crisis a algunos de los bancos que pasaban por dificultades surgidas de las actuaciones de algunos de sus responsables y de la crisis industrial y económica que empezaba a sacudir también a la propia banca. Desde entonces, dieciocho bancos han entrado en la UVI bancaria formalmente, tres han sido adjudicados sin llegar a entrar y otros dos esperan pacientemente a que se encienda la luz verde que los ingrese en la cama del hospital de bancos.El Cantábrico, Meridional, Granada, Crédito Comercial, Valladolid, Navarra, López Quesada, Cadesbank, Industrial del Mediterráneo, Madrid, Asturias, Promobanc, Exportación, Rural y Mediterráneo, País, Occidental y Descuento, constituyen la larga lista de instituciones financieras que han pasado por el Fondo de Garantía de Depósitos. De ellos, sólo el Banco de Descuento permanece todavía dentro, aunque se espera que en un futuro no muy lejano salga de él, una vez que se ha realizado la auditoría y se conoce ya el alcance del agujero que tiene. El Banco de los Pirineos, otra entidad que entró en crisis, no llegó al Fondo de Garantía de Depósitos y está iniciado el proceso de quiebra del mismo, al no cumplir los principales responsables las condiciones impuestas para su adquisición por parte del Fondo de Garantía.

Los tres bancos que han sido adjudicados con la ayuda del Fondo, pero sin pasar por él -lo que significa un cambio de actitud por parte de las autoridades monetarias-, son Bankunion, su filial Ahorrobank y Banca Más Sardá. Fueron adquiridos por tres de los grandes bancos, Hispano, Vizcaya y Bilbao, respectivamente. En el primero de los casos, el Fondo de Garantía se decidió por adquirir un paquete sustancial de empresas participadas, con lo que se iniciaba un nuevo enfoque en el tratamiento de la crisis bancaria. El instrumento creado para salvaguardar la credibiliddad financiera se convertía, de esta forma, en la primera sociedad inmobiliaria del país y proporcionaba liquidez a los bancos a reflotar, lo que era un buen principio para éstos.

El Banco de Levante y el grupo de Banca Catalana constituyen otro paso en el tratamiento de los bancos en crisis. En los dos casos, el Fondo de Garantía ha nombrado administradores, pero la titularidad de las acciones las siguen conservando sus antiguos dueños. Las ayudas recibidas por parte de estos bancos de la autoridad monetaria son cuantiosas. Aún no está cerrada la posibilidad de que se incorporen al Fondo, ya que si los actuales propietarios no acuden a la ampliación de capital que se plantee en las juntas generales correspondientes, el Fondo las cubrirá en cualquiera de los casos. Mientras tanto, el deterioro prosigue y el descenso de depósitos se acentúa, con lo que la crisis se agranda.