127 expositores en la Feria del Libro de Otoño de Madrid

Durante quince días, y desde hoy mismo, el Paseo de Recoletos de Madrid será escenario de la cuarta Feria del Libro de Otoño, tal vez la última feria de calle que se celebre en esta época del año. 127 expositores han concurrido a este certamen con sus novedades, según informa su presidente Jesús García Bayón, vocal de Ferias del Gremio de Libreros, y jefe de ventas de una librería madrileña.La vuelta al Paseo de Recoletos ha sido un poco casual. Según dice Enrique Moral, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Madrid, organismo que patrocina la feria, se ha debido a la necesidad de utilizar la Plaza Mayor, que fue su sede el último año, para la información de los resultados electorales. La Plaza Mayor es el lugar idóneo para estos actos porque, dijo, "es donde el Ayuntamiento pude garantizar mejor la seguridad ciudadana".

La sede se discutió tan pronto supo el Ayuntamiento que debería utilizar la plaza, y la comisión organizadora de la Feria se decidió por el paseo, donde, tradicionalmente y hasta su vuelta al Retiro, se vinieron celebrando las ferias de primavera. Y este fue el primero de los conflictos, rápidamente resueltos. El segundo es el de la participación.

Efectivamente, en la organización de esta Feria de Otoño no han intervenido los gremios de editores, que en cambio, y según ha declarado el presidente de la Federación, Francisco Pérez González, han dejado a las editoriales "libertad de participar en ella". De hecho y como otros años, esta feria de otoño es fundamentalmente de los libreros, aunque están presentes muchos grupos de editores, sobre todo las casas que tienen líneas de venta a crédito.

Las razones de los gremios de editores para no participar directamente y como organización en la Feria, son, según el secretario general del gremio de Madrid, Rafael Martínez Alés, que "nosotros no hemos creído nunca en una feria en la calle en esta época del año, en que el tiempo no suele propiciar la presencia del público, y además anochece muy pronto. Por otra parte", sigue Martínez Alés, "están muy bien los libros en la calle, pero los editores no podemos estar toda la vida de ferias, que además, de tanto proliferar, van a perder su papel. Por fin, nosotros, que estamos por mantener la feria de primavera, hicimos un pacto intersector para celebrar en otoño un encuentro de otras características, el Salón Internacional del Libro de Otoño, y en este sentido, hemos negociado un pacto intersector con los libreros y distribuidores. El pacto no se puede considerar roto por esta feria, naturalmente, dado que el Salón Internacional se ha retrasado un año, y los libreros querían su muestra a toda costa. Por eso, aunque oficialmente no estamos allí, les hemos prestado nuestro apoyo extraoficial, y no hay ningún problema".

Por otra parte, entre las novedades de esta feria, que presenta el programa otoñal de las editoriales, desde sus propias casetas o desde las de los libreros, puede resultar especialmente significativa, por lo que habla del futuro del sector editorial, la presentación de una nueva firma dedicada a videolibros: la casa se llama Mi canal de Televisión, y presenta cinco títulos de arte y literatura, escritos por conocidas firmas.