Severo Ochoa y Zubiri recibieron el Premio Ramón y Cajal
En un acto solemne celebrado en el paraninfo de la antigua facultad de Medicina de San Carlos, el bioquímico Severo Ochoa y el filósofo Xavier Zubiri recibieron ayer el Premio Santiago Ramón y Cajal, dotado con diez millones de pesetas, en su primera convocatoria. El acto estuvo presidido por los Reyes, a los que acompañaban el presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo y el ministro de Educación y Ciencia, Federico Mayor Zaragoza.Severo Ochoa y Xavier Zubiri recibieron sus galardones, junto a un gran diploma pergamino de manos del Rey, quien les abrazó efusivamente, entre los aplausos de los científicos e intelectuales que llenaban el paraninfo de la antigua facultad de Medicina, "donde yo llegué con la ilusión de ser alumno de Ramón y Cajal, sin saber que se acababa de jubilar", según recordó Severo Ochoa.
El ministro de Educación y Ciencia, Federico Mayor Zaragoza, centró su discurso en un balance de lo realizado durante su gestión en el campo de la investigación científica y técnica.
La preocupación por los científicos jóvenes estuvo presente en el discurso del Rey, que cerró el acto y en el que señaló que esperaba que el premio constituya un estímulo y que la creciente atención a la ciencia "evite que los jóvenes y futuros investigadores tengan que trabajar en otras partes por no encontrar aquí los recursos y estímulos necesarios".
