Beguin y Peres aceptan el debate sobre el futuro de los palestinos
Tanto el jefe del Gobierno israelí, Menájem Beguin, como el líder de la oposición, Shimon Peres, reconocieron ayer en la apertura de las sesiones de invierno de la Kneset (Parlamento) que, tras la guerra de Líbano y las propuestas de paz del presidente Ronald Reagan, Israel no puede rechazar el "debate fundamental" sobre el futuro de los palestinos de Cisjordania y Gaza.Beguin y Peres coincidieron en que los grandes debates políticos del periodo que se inicia estarán centrados en la posición de "integridad territorial del gran Israel", que defiende la coalición gubernamental, y las "concesiones territoriales" que pide el partido laborista.
El primer ministro volvió a rechazar el plan Reagan e insistió en que "no hay ninguna necesidad de buscar otra solución distinta a las propuestas por los acuerdos de Camp David". Beguin hizo un llamamiento al rey Hussein de Jordania para participar en las negociaciones sobre la autonomía palestina, aunque criticó la negativa del soberano hachemita a entablar una negociación con el actual Gobierno israelí.
"No queremos haceros caer del trono", dijo Menágem Beguin, "pero no tenéis ningún derecho a inmiscuiros en los asuntos internos israelíes".
Cisjordania
El primer ministro israelí se declaró convencido de que "la anexión de Judea y Samaria (Cisjordania) por el poder jordano supondría la constitución de un Estado palestino y una amenaza para Israel".
Los miembros de la comisión de investigación israelí sobre la matanza de palestinos el pasado mes de septiembre en los campos de refugiados de Beirut visitaron ayer los campamentos de Sabra y Chatila, escenario de la salvaje carnicería.
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