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Los reglamentos. para el aceite de oliva continúan enfrentando a CEE

Soledad Gallego-Díaz

Uno de los principales obstáculos para la apertura de negociaciones agrícolas con España, los reglamentos comunitarios para el aceite de oliva, continúa siendo objeto de grandes discrepancias en el seno de la Comunidad Económica Europea (CEE). El Consejo de Ministros de Agricultura de los diez, previsto para los próximos lunes y martes en Luxemburgo, analizará este problema, pero, según medios de la Comisión Europea, no se producirá ningún avance. Todas las fuentes consultadas estiman que el "capítulo de aceite de oliva" continuará bloqueado durante meses dentro de la propia Comunidad.

El problema del aceite de oliva es fundamentalmente financiero. Para hacer frente a la adhesión de España, primer productor mundial, los diez estiman que hay que aproximar el precio de dicho aceite y el de semillas y, sobre todo, evitar que al abrirse la aduana española a los aceites importados el mercado interno de oliva se hunda estrepitosamente. Si los objetivos parecen claros, el sistema para llegar a ellos es objeto de una agria polémica interna.Para lograr la aproximación de precios, la Comisión propone que se arbitren ayudas al consumo que permitan una relación de 2 a 1. El Consejo de Ministros ha tenido dificultades, incluso, para aprobar una aproximación de 2,5 a 1, y los países nórdicos se oponen tajantemente a mayores gastos. Sólo Italia, Grecia y Francia, países productores ellos mismos, están de acuerdo con la propuesta de los expertos.

Otra propuesta defendida especialmente por Francia ha que dado prácticamente descartada ante la firme oposición de Esta dos Unidos y los Países Bajos. Se trata de la famosa tasa especial para materias grasas. Aprobar un impuesto especial para los aceites importados significa ría, según los países nórdicos, abrir una guerra con Estados Unidos en el seno del GATT, guerra que los europeos están lejos de poder ganar.

El problema se ha planteado, por el momento, en los peores términos posibles para los intereses españoles, debido fundamentalmente a la actitud de países como la RFA, el Reino Unido o los Países Bajos, que quieren ampliar el debate y revisar todo el sistema actual de ayudas al consumo. Italia y Grecia no admiten siquiera la discusión y plantean como contraofensiva la revisión del régimen de importaciones de materias grasas.

La comisión, por, su parte, admite que el sistema actual de ayudas al consumo está "lleno de imperfecciones" y que a su sombra se producen estafas. En concreto, el Gobierno italiano está llevando a cabo actualmente una encuesta para determinar exactamente cuáles han sido las cantidades producidas desde 1979, porque la Comisión sospecha que son inferiores a las declaradas. Sin embargo, afirman los expertos comunitarios, el problema del mal funcionamiento del sistema de ayudas no tiene nada que ver con la negociación española y debe ser discutido al margen.

Producción media

Según los últimos datos estadísticos disponibles por la Comisión, el fondo de garantía del Feoga intervino en un porcentaje del 27,8% en la fijación de los precios del aceite de oliva. Las cantidades totales empleadas suponen el 4,8% del total de los gastos de dicho fondo de garantía. Según las proyecciones realizadas por los expertos comunitarios, la regulación del mercado del aceite de oliva, tras la ampliación, podría suponer mil millones de unidades de cuenta, la mitad de lo cual sería atribuible directamente al ingreso de España.

Los mismos expertos reconocen que los cálculos se están realizando sobre bases que pueden experimentar modificaciones importantes. Sin embargo, se estima que la producción de aceite de oliva española no va, a aumentar, tal y como afirman desde hace tiempo las autoridades espafíolas. Bien al contrario, en 1981 la producción, en miles de toneladas métricas, fue de 256.000, cifra muy ¡iriferior a la de 1970, por ejemplo (434.300 toneladas). La producción media en los últimos años puede cifrarse en 440.000 toneladas. Además, la superficie de olivar será en el año 2000 de 1.750.000 hectáreas, frente a los dos millones de 1980.

Los últimos debates en el seno de la CEE parecen abrir una tercera vía, ante la imposibilidad de encontrar una solución estable en un período de tiempo suficientemente corto como para permitir la integración de España en 1985. Esta pretendida solución supondría autorizar a España a que mantenga durante un largo período su actual régimen de importación de aceites de semillas.

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