Abu Jihad: "Hacemos lo posible por tener relaciones normales con Damasco"
"No tome al pie de la letra todo lo que se publica sobre las relaciones de la OLP con Damasco, y sepa que, aunque nuestros puntos de vista no coinciden, hacemos todo lo que está a nuestro alcance para tener relaciones mínimamente normales con Siria", afirma el comandante en jefe adjunto de las fuerzas palestinas, deseoso, aparentemente, de: restar importancia a la tensión entre el régimen del presidente sirio, Hafez el Assad, y la central palestina."Ocurre", agrega, "que nuestra voluntad de independencia es a veces mal interpretada. Algunos regímenes árabes otorgan prioridad a los informes de sus servicios secretos, que en el mundo árabe desempeñan acaso un papel excesivamente importante, antes que a nuestras explicaciones. Y entonces se imaginan que nos aliamos con unos contra otros, lo que no es cierto". "Pero", insiste, "aun arriesgándonos a ser mal interpretados y a pesar de las rivalidades interárabes, creemos que es nuestro derecho viajar de Damasco a Amman, de Argel a Rabat, de Sanaa a Adén, etcétera".
Pregunta. Pero las relaciones entre la resistencia palestina y Hafez el Assad parecen ahora lo suficientemente malas como para que, por primera vez, la OLP dude convocar en Damasco la reunión del Consejo Nacional Palestino (CNP, Parlamento en el exilio)...
Respuesta. Para reunirnos en noviembre dudamos entre cuatro capitales: Túnez, Argel, Kuwait y Damasco. Elegiremos en función de las invitaciones que se nos hagan, de las circunstancias políticas y de las garantías de trabajar con independencia que obtengamos. Aunque tengamos problemas con los sirios, Damasco no es un lugar descartado. También los tuvimos antes, y no por eso dejamos de ir allí o de celebrar en su capital reuniones del CNP.
P. Al margen de los ataques verbales sirios contra algún que otro dirigente palestino, un terrorista con respaldo árabe, Abu Nidal, perjudica la imagen de la OLP con sus atentados, como el perpetrado en Londres, en junio, contra el embajador de Israel, o el que en septiembre costó la vida a un diplomático kuwaití en Madrid. ¿Quién está detrás de Abu Nidal?
R. Los servicios secretos de algunos países árabes que no nombraré, pero que la Prensa conoce de sobra. Hemos pedido a Irak y Siria que no le faciliten su actuación, pero nuestras gestiones no han tenido éxito.
P. ¿Pero podrían recurrir a medios no diplomáticos para impedir que su actuación terrorista salpique a la causa palestina?
R. No, no le voy a decir que le vamos a matar, aunque le hayamos condenado a muerte hace casi diez años. Además, creo que los Gobiernos europeos y hasta la opinión pública se dan cuenta perfectamente de que abu Nidal no tiene nada que ver con nosotros, que sólo peleamos en el campo de batalla.
Abu Jihad quita hierro al comunicado fechado en Damasco en el que cuatro grupos palestinos, integrados en la OLP, rechazan el séptimo punto de la cumbre árabe de Fez, que implica un reconocimiento implícito del derecho a la existencia del Estado de Israel. "Vivimos en régimen de democracia en el seno de la OLP y, aunque discrepen, todos acatan, en definitiva, la decisión del Comité Ejecutivo de la organización en el que se aprueba la resolución de Fez".
"Ahora" (noche del miércoles), añade, "han surgido nuevas divergencias, según la BBC y Radio Montecarlo, que aseguran en sus boletines informativos que siete de los quince miembros del Comité Ejecutivo de la OLP han condenado en Damasco las conversaciones mantenidas en Amman entre el rey Hussein y Arafat. Primero, en Damasco no hay siete miembros del Comité Ejecutivo, y ahora acabo de hablar por teléfono con los que no pudieron venir hasta aquí, y habían sido erróneamente informados de que, en Amman, Arafat y el rey Hussein habían dado nada menos que su aprobación al plan de paz para Oriente Próximo del presidente norteamericano, Ronald Reagan. Desmentí la noticia y las cosas se normalizaron".
P. A Abu Jihad le parece, sin embargo, necesaria una mayor coherencia en la actuación de los diferentes grupos que forman part de la OLP.
R. Por eso tenemos planes para reforzar la unidad política de las diferentes corrientes de la OLP, que serán sometidos al próximo Consejo Nacional palestino, y que prevén, por ejemplo, una unificación de la información.
Cuando se le sugiere que la OLP puede cometer en Jordania -al aumentar, como acordaron Hussein y Arafat, los efectivos del Ejército de la Liberación Palestina y equiparlo con armamento pesado- el mismo error que ya hizo en Líbano al poner en pie un ejército incapaz de derrotar a Israel pero lo suficientemente fuerte como para ser considerado por Tel Aviv como una provocación, Abu Jihad contesta que, "aunque algunos países árabes aseguren que la debilidad es su mejor defensa, la invasión israelí de Líbano, un país carente prácticamente de ejército, demuestra lo contrario.
Israel no se atrevería abombardear el reactor nuclear iraquí de Tamuz, a violar el espacio aéreo árabe efectuando vuelos de reconocimiento o a navegar con sus lanchas patrulleras si algunos países árabes no hubiesen despreciado la opción militar".
El plan de paz de Reagan le merece escasa atención porque, aunque mencione la necesidad de congelar la creación de nuevos asentamientos de población judía en los territorios ocupados, "todo esto es secundario en relación a la negación de nuestro derecho a la autodeterminación y a la creación de un Estado independiente".
Mohamed Milhelm, alcalde de la localidad cisjordana de Jalul, exiliado ahora en Amman tras su expulsión de Cisjordania por Israel, no puede evitar una discreta sonrisa cuando, desde el rincón de la habitación en la que asiste a la entrevista, oye estas palabras de Abu Jihad. Horas antes nos había dicho que "la OLP examinaba la posibilidad de llegar a una fórmula... que sintetice el plan Reagan y la resolución de la cumbre de Fez".
"Además"; añade Abu Jihad, volviendo sobre el plan Reagan, "cómo creer la palabra de un presidente que pide a Israel que congele la creación de nuevos asentamientos y no reacciona cuando, nada más expresar su petición, se anuncia en Israel la creación de siete más?".
"Cuando, el sábado 18 de septiembre, dos equipos de la televisión NBC norteamericana y de la BBC británica nos llevaron a Damasco para pedirnos reacciones a las primeras imágenes de la monstruosa matanza de miles de palestinos inocentes en los campamentos de Sabra y Chatila, me acordé de aquella carta con membrete de la Embajada norteamericana en Beirut, con fecha del 19 de agosto, firmada por Philip Habib, el emisario de Reagan, y dirigida. al primer ministro libanés, Chafic el Wazzan. En ella se lee que, en base a las garantías recibidas de Israel, el Gobierno de Estados Unidos confia en que el Gobierno de Israel no va a interferir en el desarrollo del plan de evacuación de Líbano de la OLP... y garantizará la seguridad de las demás personas en la zona". Abu Jihad nos entrega una fotocopia de la carta. "Tampoco entonces debimos confiar en la palabra dada por Reagan", afirma en tono grave.
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