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"La prensa está cansada del feminismo desde que surgió como movimiento"

A lo largo de sus 14 años de militancia feminista, Christine Delphy ha publicado varios textos sobre el tema refundidos ahora por la editorial española LaSal en uno de sus cuadernos inacabados. Delphy es investigadora en sociología del Centre Nationale de la Recherche Scientifique y contribuyó a crear en 1970 el movimiento feminista en Francia. En 1977 fundó junto con otras mujeres, entre ellas Simone de Beauvoir, la primera revista feminista de carácter teórico en lengua francesa y en la actualidad, participa en la gestión de la nueva Casa de Mujeres de París y en la promoción de la mujer en el terreno de la investigación.

La palabra fatiga no existe en el vocabulario de Christine Delphy. Después de catorce años de participar en mítines, coloquios y conferencias defendiendo los puntos de vista del feminismo reconoce, no obstante, que "hay algo de decepcionante en la falta de extensión del feminismo como tal movimiento militante después de tanto tiempo, pero como movimiento de ideas sí ha tenido y tiene una gran incidencia".Pero aparte de eso, Christine Delphy rechaza la pregunta con un gesto casi de sorpresa y responde atacando educadamente. "¡Fatiga?, en absoluto. Es la Prensa la que ha estado siempre cansada de las feministas. Se han repetido las ideas que defendemos para ridiculizarlas y precisar que en realidad no se estaba de acuerdo con ellas. Pero, bueno, quizá es cierto que se experimenta ya una cierta fatiga a la hora de tratar temas como el aborto y alguna otra cuestión. Pero no nos mantenemos siempre en las mismas ideas, por supuesto hay cuestiones básicas que están ya aceptadas, aunque otras no, como por ejemplo el tema de la familia patriarcal. Lo cierto es que estamos aplicando el criterio feminista a nuevos entornos. En los últimos años los análisis y las campañas se han ido desplazando a otros temas como Por ejemplo, la cuestión de las violaciones, posteriormente la cuestión de las mujeres golpeadas, y actualmente, hay una cuestión de gran importancia que está siendo centro de un intenso debate en Estados Unidos, el problema de la prostitución y la pornografía".

Christine Delphy insiste en que quizás "ese aludido lentimiento de fatiga se produce al comprobar el retraso entre lo que decimos y el momento en que esto llega al gran público". Pero, en cualquier caso, el movimiento feminista se considera satisfecho de la trayectoria seguida.

"Hay múltiples y pequeños ejemplos de cosas", confiesa Christine Delphy, "que eran inimaginables hace diez años. Ahora, independientemente, de las bromas, existe la idea de que la lucha de las mujeres es justa. A fuerza de insistir en una serie de cuestiones básicas, hemos con seguido cambiar las cosas; por ejemplo, la mujer ha dejado de tener vergüenza de ser violada. En este tema concreto, se ha producido incluso un cambio en la actitud de los magistrados encar gados de juzgar los casos.

El punto de vista de la Delphy en Feminismo materialista es precisamenté y por oposición al análisis tradicional de la situación de la mujer en función de una mera cuestión ideológica, la aproximación al tema de la dominación de las mujeres por los hombres en función de una historia de lucha de grupos que tienen intereses diferentes. "Nos enfrentamos", señala la autora, "al mismo tipo de proceso".

Para que nadie se llame a engaño sobre las posibles connotaciones políticas del texto, Christine Delphy puntualiza que "las feministas somos socialistas en un sentido amplio, es decir, somos partidarias de una sociedad igualitaria, pero esto no quiere decir que yo, en concreto, utilice este término en relación con los partidos socialistas. Entre otras cosas porque me opongo a los análisis de socialistas y comunistas en torno al problema de la mujer.

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