Muere un sacerdote en enfrentamiento armado con la policía filipina
Un sacerdote católico filipino, Zacarías Agatep, cuya cabeza había sido puesta a precio por las autoridades filipinas en 130.000 pesos (más de dos millones de pesetas), fue muerto el lunes en un enfrentamiento con la policía, según anunció el martes la agencia oficial filipina PNA.
El Ejército filipino informó que el padre Agatep era uno de los dirigentes del Nuevo Ejército del Pueblo (NAP), rama militar del partido comunista filipino. El ministro de Defensa opina que facilitaba armas y municiones a los rebeldes que operaban en la región montañosa de Luzón.
El enfrentamiento tuvo lugar en el pueblo de Baybayadeng, cerca de la ciudad de Salcedo, en la provincia de llocos, a 340 kilómetros de Manila, informó la agencia oficial filipina. Otro miembro de la NAP fue muerto y dos personas arrestadas en el curso de los enfrentamientos, informa la agencia.
Según la policía, otros cuatro sacerdotes, también buscados por la policía, combaten junto a los rebeldes en la zona norte del país. Se trata, según informó el general Victorino Azada, de los sacerdotes Conrado Balweg, Nilo Ortega, Bruno Ortega y P. Valerio.
El Gobierno filipino debe hacer frente desde hace años a una doble rebelión: la de los musulmanes, en el Sur, y la de los comunistas, en el Norte. Mientras que los combates en el Sur se mantienen estabilizados, la ofensiva comunista en el Norte crece cada día.
