Las alternativas económicas centran la atención de la campaña en Cataluña

Las alternativas económicas han centrado la atención política en los inicios de la campaña electoral en la comunidad autónoma catalana. Ayer, los comunistas prosoviéticos del PCC, escindidos del Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC), hicieron público su programa electoral, que rocoge una serie de nacionalizaciones en toda la regla. La Banca privada,, las entidades financieras y las compañías de seguros son algunos de los sectores económicos que, si del PCC dependieran, serían nacionalizados.En el otro extremo del espectro electoral, la voz del economista José Ramón Lasuén, tercer candidato de Alianza Popular (AP) por Barcelona, se levantó ayer para retar públicamente a Convergéncia i Unió (CiU) a un debate público que matice las diferencias económicas de sus programas. Lasuén, quizás para acallar las acusaciones de la izquierda catalana, en el sentido de que los programas económicos de los seguidores de Manuel Fraga y Jordi Pujol estaban inspirados por igual en las tesis de Milton Friedrnan, aseguró que, pese a que la música sonara igual, los aliancistas eran los únicos que gozaban de capacidad para convertir en realidad estas promesas electorales.

Réplica a las críticas de los empresarios

En este contexto, las críticas de la patronal catalana del Fomento del Trabajo merecieron una iróníca réplica del candidato y experto económico de los socialistas catalanes, Ernest Lluch, quien ha dicho que se daba la paradoja de que, pese a las críticas patronales, cuando los socialistas hablaban de economía subía la Bolsa. Fomento del Trabajo iniciará el dorningo la publicación en la prensa barcelonesa de unos anuncios, elaborados a partir de un cuestionario remitido a los partidos, en los que, desde una óp ica aparentemente objetiva, intentará inclinar el voto hacia sus dos principales opciones políticas: alianciastas y convergentes..

En el campo laboral, el secretarío general de la UGT catalana, José Valentín Antón, que se autoexcluyó de las listas socialistas por discrepancias con el sector mayoritario del partido en Cataluña, advirtió a sus colegas políticos que, si bien un futuro ministro de Trabajo podría no tener el carné de UGT, no podría gobernar en contra de este sindicato.

La Iglesia barcelonesa, al, través de una glosa dominical del cardenál Narcís Jubany, también dejó oír su voz, mucho más contemporizadora que la de la Conférencia Episcopal. Jubany, con significativas citas al Vaticano II y a PabloVI, pidió que se reconociera a la Iglesia libertad para su obra evangelizadora y recordó que una misma fe cristiana puede conducir a opciones políticas personales diferentes, por lo que nadie -leáse ningún partido- podía reivindicar en exclusiva el mensaje religioso de Cristo.

Por otra parte, con la llegada del líder socialista Felipe González, que mañana domingo inicia una primera ronda electoral por Cataluña, la campaña electoral en esta comunidad autónoma se está desprendiendo de la apatía de los primeras días.