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El apoyo al desarrollo de la reumatología en la Seguridad Social se contempla en el programa sanitario de todos los partidos

Aproximadamente un 30% de la población española mayor de veinte años padece algún tipo de reumatismo y ocho de cada cien personas ve disminuida su capacidad escolar o laboral por la misma causa. Ello supone un gasto para el sistema sanitario español de 200.000 millones de pesetas al año. Estos datos, publicados en el libro blanco sobre reumatología, Reumatos 80, siguen vigentes, incluso minimizados por los actuales.

Para el doctor Larrea Gayarre, presidente de la Liga Reumatológica Española (LIRE), una posible solución estaría en que el próximo Gobierno siguiese adelante con el proyecto aprobado por el Insalud hace escasos meses sobre la creación de 150 plazas para reumatólogos en la Seguridad Social. Las promesas han sido unánimes.Muchas veces se ha insistido en el hecho de que el reumatismo, esa dolencia que engloba bajo su denominación al menos otras doscientas enfermedades, constituye en nuestro país una auténtica plaga, tanto social como sanitaria. El que ocupe el primer lugar en el ranking de morbilidad (incidencia) y probablemente también en el de costes económicos, es ya bastante significativo. Pero, ¿dónde radica la clave del problema?. "Es el sistema sanitario español", afirma el doctor Larrea, "con su deficiente organización asistencial en este campo, el responsable directo de la situación tanto del enfermo reumático como del propio reumatólogo".

¿Cómo explicar si no que un 34% de los enfermos en tratamiento sigan acudiendo exclusivamente al médico general? Máxime si tenemos en cuenta el trabajo exhaustivo que éstos realizan en relación con la cantidad humana por consulta y la especialización de que carecen en el complicado y ambiguo terreno de la reumatología.

El fantasma de la yatrogenia

Según se desprende de un reciente estudio efectuado por la LIRE, con un total de 1.335 médicos generales, de 20.000 a los que iba dirigido el cuestionario, y 3.715 pacientes afectados de artrosis de rodilla, los resultados obtenidos sobre los efectos secundarios, provocados por distintos tratamientos farmacológicos, son preocupantes: 1.134 enfermos padecía gastritis; novecientos, pirosis (ardor gastroesofágico); 406, úlcera gástrica; 233, diarrea; 428, hemorragias gastrointestinales; 337, sangre en heces; doscientos, alteraciones hepáticas; y 77, dolencias renales. Así pues, parece confirmarse que la quimioterapia, basada principalmente en los fármacos antiinflamatorios no esteroideos (Aine) es responsable de la aparición de algunas enfermedades, siendo las del sistema digestivo las más frecuentes.Desde hace bastantes años se conoce, efectivamente, que la ingestión frecuente y crónica de muchos de estos compuestos provoca dolencias en el tracto gastrointestinal. ]Por ejemplo, dos gramos de ácido acetilsalicílico producen una pérdida de 3,7 mililitros cúbicos de sangre al día por las heces, hecho que puede derivar en una anemia.

Si a los efectos secundarios de la quimioterapia se añade, además, el tremendo descontrol asistencial del que gozan los enfermos reumáticos, no es extraño que éstos adopten la postura de campar por sus resigetos, cayendo en la automedicación. "Es muy frecuente", dice el doctor Larrea, "que la mayoría de los dolores que padecen los reumáticos no sólo no se alivien, sino que además tengan que cargar con graves y pesadas molestias gastrointestinales por culpa del tratamiento prescrito. Esto se minimizaría muchísimo si fueran atendidos por el especialista y no por el médico general, quien, incluso, llega a recetar en ocasiones más de uno de estos fármacos a la vez, con lo que aumentan los efectos secundarios".

9.000 millones anuales en fármacos

Cada año los laboratorios farmacéuticos generan en España, con la venta de productos antiinflamatorios, un volumen de aproximadamente 9.000 millones de pesetas, un 70% del cual es asumido por la Seguridad Social. Salicilatos, derivados del ácido propiónico, indometacina y derivados del ácido acético, fenibultazona y derivados, fenilacético y derivados... son recetados y vendidos apenas sin criterios discriminatorios de dosificación, efectividad y efectos colaterales, para cada caso en particular. "Lo curioso", apunta Antonio Larrea, "es que los medicamentos no son los únicos agentes terapéuticos. Tan importantes son la hidroterapia (que se puede realizar tomando baños de agua caliente en el propio domicilio), la electroterapia, la gimnasia, los masajes, los tratamientos locales del dolor con infiltraciones anestésicas o con antiinflamatorios y la acupuntura misma".La problemática del enfermo de reuma es grave. Y no sólo a partir de los cincuenta años de edad, en que las incapacidades laborales permanentes son frecuentes (un 40,5% del total). Las dolencias crónicas que provocan las enfermedades reumáticas pueden existir desde la infancia y requieren una atención especial; pero también podrían prevenirse.

La entrada de la figura del reumatólogo en los ambulatorios y centros de diagnóstico", asegura el presidente de la Liga Reumatológica Española, "es imprescindible, tanto para el enfermo como para el propio reumatólogo, el cual va a verse equiparado, por fin, a otros especialistas".

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