El presidente de México propone en la ONU un acuerdo global para Centroamérica

El presidente de México, José López Portillo, reiteró ayer ante la Asamblea General de las Naciones Unidas la necesidad de concertar "un acuerdo global en Centroamérica" para impedir que los frecuentes enfrentamientos fronterizos entre Honduras y Nicaragua terminen generando un conflicto generalizado.

López Portillo trata de conseguir así el consenso de la comunidad internacional en torno a una iniciativa lanzada quince días atrás conjuntamente con el presidente de Venezuela, Luis Herrera Campins. Aunque Estados Unidos no ha dado una contestación formal a la carta que los dos mandatarios enviaron a Ronald Reagan, algunos congresistas ya han anunciado su respaldo, y portavoces del Departamento de Estado declararon que veían con simpatía la propuesta.Desde la declaración francomexicana de un año atrás, en la que ambos países otorgaron un reconocimiento político a la guerrilla salvadoreña, el máximo foco de tensión se ha desplazado de El Salvador a la frontera de Honduras y Nicaragua.

Las circunstancias han cambiado tanto que un ministro francés declaraba hace unos días en la ONU que su Gobierno no firmaría actualmente una declaración de este tenor. También México ha modificado sus planteamientos hacia posiciones más moderadas. Desde una defensa casi a ultranza, del régimen sandinista ha pasado a considerar el armamentismo de este país como uno de los principales factores de tensión.

En esta evolución puede estar la base de que el moderado Herrera Campins sea ahora el copromotor de esta última iniciativa de paz, que cuenta ya con la aprobación inicial de: Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá. Ante la Asamblea General de la ONU, Pérez-Llorca prestó también el apoyo del Gobierno español. La entrevista que hace dos días mantuvieron en Washington Ronald Reagan y el presidente de Panamá, Ricardo de la Espriella, se consideraba muy importante para que Estados Unidos se sumase al proyecto de paz.

El hombre fuerte ¡de Panamá, general Ruben Darío Paredes, sostuvo la pasada semana una entrevista con altos funcionarios cubanos (los comandantes Piñero y Cienfuegos, entre otros), a los que puso de manifiesto la necesidad de cortar la ayuda a los movimientos insurgentes de Centroamérica, porque de mantenerse la tensión Estados Unidos se negaría a entregar el canal en el año 2000, y el canal es para Panamá una prioridad absoluta.

Los presidentes de México y Venezuela señalan como elementos de tensión en el área la concentración de ex guardias somocistas armados a lo largo de la frontera y sus incursiones en territorio nicaragüense, así como el aumento de las fuerzas armadas de Nicaragua, "que alcanzan un número desproporcionado en relación a sus vecinos", y "el reiterado apoyo" de este país a grupos armados de oposición en algunos Estados vecinos.