Informe sobre los efectos mortales de la 'lluvia ácida'
La llamada lluvia ácida, provocada por la dispersión en el aire y posterior concentración de partículas contaminantes procedentes de escapes de las factorías de electricidad térmica del norte de Estados Unidos, ha podido ser la causa de la muerte de más de 50.000 norteamericanos durante 1980. Este dato, facilitado por el Servicio de Estudios Técnicos del Congreso de Estados Unidos, se refiere a los habitantes de la región de los Grandes Lagos, donde han proliferado las enfermedades respiratorias graves en los últimos años.Dichas factorías son alimentadas con carbón de Ohio, cuyas emanaciones tienen un alto contenido de dióxido sulfúrico. Este, después de sufrir modificaciones químicas en el aire, cae al suelo y se mezcla con la nieve y la lluvia.
El Gobierno de Canadá ha comenzado a presionar a su vecino desde que ha descubierto que el 70% de los males respiratorios detectados están provocados por las emanaciones tóxicas originadas en Estados Unidos. Los Gobiernos de ambos países firmaron un acuerdo para frenar la contaminación el 5 de agosto de 1980, pero los norteamericanos no están cumpliendo las condiciones firmadas, alegan los canadienses. Estos han propuesto que las fábricas fronterizas rebajen un 25% su expulsión de dióxido de azufre, lo que implicaría una inversión de más de 100.000 millones de dólares (unos 11,4 billones de pesetas) en un plazo de 25 años, algo que Estados Unidos no ha aceptado, pues duda de esta solución.
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