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El Partido Liberal de la RFA, profundamente dividido ante la elección del democristiano Kohl como canciller

La decisión de votar a favor del candidato democristiano Helmut Kohl, en la moción de censura contra el canciller socialdemócrata, Helmut Schmidt, ha profundizado las divisiones en el Partido Liberal (FDP): el secretario general, Günter Verheugen, presentó ayer a Genscher su dimisión, a pesar de los trece años de trabajo en común y "el profundo sentimiento de afecto personal y contacto humano que he ido adquiriendo por usted". El ex ministro del Interior Gerhart Baum comentó que no cree que Genscher consiga la unidad del partido, y se anuncian nuevas dimisiones.

En una carta escrita a mano, Verheugen, de 38 años, escribe a Genscher que "después de la decisión tomada ayer no considero posible permanecer en mi puesto. No puedo desempeñar el cargo sin correr el peligro de lesionar la lealtad que se me exige hacia usted como presidente del partido y la mayoría de nuestros órganos directivos".Verheugen es una de las primeras víctimas y se anuncian otras para el momento en que se haya consumado la formación de una nueva coalición entre democristianos y liberales, tras la caída del canciller Schmidt.

En una carta a Genscher, un miembro de la presidencia del FDP, de la agrupación del Estado de Schleswig-Holstein, le califica de tecnócrata sin contenido y manager que hubiese hecho carrera política en cualquier partido, tanto en el Partido Comunista de la República Democrática Alemana (SED) como en el CSU (socialcristianos de Strauss). El indignado dirigente liberal acusa a Genscher de "carente de principios" y de "haber pisoteado la voluntad del electorado y el esfuerzo de los afiliados al partido".

La crítica de muchos liberales se centra no en el cambio de coalición, sino en la forma en que se ignoró la voluntad de los electores y la falta de democracia interna en la toma de decisiones. El FDP está dividido. Se teme ahora que esta división adquiera formas organizadas y se llegue a la muerte del liberalismo alemán estructurado en forma de partido. Con un 3% de votos, como han demostrado las recientes elecciones para el Parlamento regional de Hesse, una escisión en estos momentos sería el final del partido.

En la carta del dirigente regional se acusa a Genscher de que "nunca los afiliados y votantes del FDP fueron engañados y estafados de una forma tan falta de vergüenza", y se le califica de "enterrador del liberalismo político en la RFA".

El ex ministro del Interior Gerhart Baum manifestó que votará en contra de Kohl y que no cree que Genscher consiga restablecer la unidad del partido. Baum no formará parte del nuevo Gabinete. Kohl se niega a hablar de puestos hasta que no esté asegurado su acceso a la cancillería federal, pero se sabe que los liberales conservan cuatro carteras, aunque no la del Interior. En vez de ese ministerio, el FDP recibe el de Justicia. Los socialcristianos de Franz Josef Strauss (CSU) tendrán también cuatro carteras en el nuevo Gabinete, pero los cálculos del político bávaro de retornara Bonn se ale jan cada día más. Después del resultado de las elecciones de Hesse resulta diricil que los democristia nos consigan una mayoría absolu ta a nivel federal.

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La estrategia de Strauss

En Bonn se cruzan apuestas so bre si el nuevo Gobierno manten drá la promesa de celebrar elecciones el primer domingo de enero. Para esa fecha la situación de los liberales no habrá mejorado, y Kohl y Genscher podrían fabricarse una coartada para seguir hasta el final de la legislatura sin convocar nuevas elecciones.El mismo Strauss no se atreve a asegurar que habrá elecciones en marzo. A preguntas de un periodista sobre el tema, respondió: "Esa es una pregunta hipotética, y lo mismo me puede usted preguntar qué hará la OTAN y el Pacto de Varsovia el día que los marcianos invadan la Tierra".

Las elecciones de Hesse rompieron la estrategia de Strauss para volver al Gobierno de Bonn formando parte de un Gabinete monocolor democristiano. Unas elecciones bajo las actuales circunstancias repetirían los resultados de Hesse y Hamburgo a escala federal, con los liberales fuera del Parlamento y los verdes como tercera fuerza política en la República Federal de Alemania.

Todos estos cálculos y combinaciones parecen olvidar que el viernes habrá que votar la moción de censura en el Parlamento federal (Bundestag). Allí, cada diputado en una cabina podrá poner sí o no ante el nombre de Helmut Kohl Aparentemente, el dirigente democristiano cuenta con diez dipu tados por encima de la cifra necesaria de 249 para ser nuevo canciller. La primera y única moción de censura en la historia de la República Federal de Alemania, contra Willy Brandt, en abril de 1972, fracasó.

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