Patriotismo y populismo

Pepe Soriano es un narrador. Cuenta, él solo, una historia: imita a los personajes de esa historia, buenos y malos; se inflama, se entristece, se arroja al suelo, se eleva a un podio. Tiene una voz potente y rica, y se mueve incansablemente por el escenario. Tras él, un cuarteto de varios instrumentos subraya los acontecimientos relatados o hace papel de coro.La historia que cuenta Pepe Soriano es la del desembarco inglés en el virreinato del Río de la Plata, la ocupación de Buenos Aires y su expulsión por el pueblo (1806-1807). El virrey huyó, la guarnición no hizo frente. Y los criollos aprovecharon estos sucesos para iniciar su independencia con respecto a España.

El texto de Juan Carlos Gené es de 1974. Suena como el poema de Nícasio Gallego al Dos de Mayo de 1808, o como A la patria, de Espronceda; sólo que con más de un siglo de retraso. La interpretación, el recitado, están también por aquellas fechas. El patriotismo se va exaltando hasta terminar con el ondear de una bandera. El odio al inglés reverbera de aquel suceso desdichado de 1806 y recae sobre la reciente situación de las Malvinas.

Este espectáculo inaugura un ciclo titulado Diálogos de Madrid con América Latina, que organiza el CERTAL -director, José Monleón-, con el patrocinio del Ayuntamiento de Madrid. Seguramente ofrecerá cosas mejores en su desarrollo.

El recital comenzó con pocos espectadores y terminó con algunos menos: los que quedaron, sin embargo, aplaudieron y gritaron con entusiasmo, llevados, sin duda, además de por la admiración al esfuerzo del rapsoda, por el ardor patriótico y populista de su discurso.