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Presencia casi simbólica de 'elementos izquierdistas' en la vida pública de China

El indiscutible hombre fuerte de China, Deng Xiaoping, ha logrado un consenso para permitir la presencia, que no la actuación, de ciertos elementos izquiderdistas en la vida pública, a cambio de una aprobación total de su política reformista y modernización. De esta manera, en la lista publicada del Consejo de Asesores -una especie de asamblea de ancianos del partido- aparecen tres nombres que parecían totalmente olvidados por su simpatía hacia la banda de los cuatro y su oposición al modernismo de Deng. Se trata del ex alcalde de Pekín, Wu De (73 años de edad) el ex comandante de la capital, Chen Xilien (69 años), y Wang Dongxing (67 años), que fue jefe de la guardia personal de Mao Zedong.

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Diez hombres nuevos en el poder

Estos tres hombres, junto al viceprimer ministro Ji Dengkuei, totalmente depurado, formaron lo que se llamó en China la banda de los cuatro, bis. El portavoz del XII Congreso del Partido Comunista Chino (PCCh), Zhu Muzhi, indicó que la reaparición de dirigentes "se inscribe en la buena tradición del partido, que debe tener confianza en los camaradas que cometieron errores hace ya mucho tiempo, con el propósito de crear una buena atmósfera en el partido". De todas formas, el Consejo de Asesores estará presidido por el propio Deng Xiaoping, y sus funciones son meramente formales, por cuanto el poder ejecutivo residirá en los dos clásicos organismos, Buró Político y Secretariado.Sin embargo, el verdadero núcleo de poder en China está en manos de los seis hombres que componen el Comité Permanente del Buró Político, absolutamente bajo el dominio de Deng. El mismo forma parte de este equipo, arropado por el secretario general, Hu Yaobang; el primer ministro, Zhao Ziyang; el encargado de la disciplina del partido, Chen Yun; el experto en economía y valedor de Deng durante sus depuraciones, Li Xiannian, y, finalmente, el anciano mariscal Ye Jianying, el único opositor relativo a Deng, cuya salud y edad le impiden cualquier maniobra.

En todo el entramado de este último congreso de los comunistas chinos, que ha otorgado el máximo poder a Den Xiaoping y su equipo de reformistas, tienen un especial significado los cambios introducidos en el Buró Político y el Secretariado del partido.

Cambios a favor de Deng

En el primer organismo destaca la promoción del viceprimer ministro Wan Li, íntimo de Zhao Ziyang y encargado de llevar a cabo la reforma agraria con la demolición del edificio ideológico construido sobre las comunas populares. Wan Li es asimismo secretario del partido, y sus trabajos en la provincia de Anhuei durante los años 1978 y 1979 están siendo aplicados en otras nueve provincias, como primera etapa de transformación de las comunas.No ha extrañado, en absoluto, la promoción Hu Qiamu, el ideólogo del nuevo sistema político y económico que desea poner en práctica el equipo tecnocrático, y, en fin, Liao Chengzhi, encargado de las relaciones con los chinos del extranjero, con quienes se cuenta para el despegue económico del país. Como suplente se incorpora el comandante de Pekín -Qin Jiwei-, un puesto que siempre ha tenido una transcendencia política aparte de la meramente militar.

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En el Secretariado, la entrada de Deng Liqun y Hu Qili, respectivamente encargados de la propaganda y organización del partido, demuestra que el PCCh quiere dar a este organismo un papel exclusivamente de organizador del partido para la etapa de transformación que ahora se pone en marcha. Igualmente se reserva también una plaza al representante del Ejército, el general Vang Vong, que sustituye al jefe del Estado Mayor, Li Desheng, ascendido al Buró Político. Vang es jefe adjunto de este organismo militar.

Hua, el chivo expiatorio

La permanencia en todos estos organismos de dirigentes de mucha edad, que se han resistido en ingresar en el Consejo de Asesores, se interpreta como un acuerdo entre la línea victoriosa de Deng y la vieja guardia maoísta, con el propósito de que las acusaciones contra la línea izquierdista recayeran en una sola persona: Hua Guofeng, que ha servido de chivo expiatorio, perdiendo todos sus cargos en los tres máximos organismos del poder comunista chino, aun conservando un lugar en el Comité Central.De esta manera, Hua fue duramente acusado por el secretario general, Hu Yaobang, durante el reciente XII Congreso del PCCh, de haber sido el único culpable de los errores cometidos desde su ascensión al poder en 1976 hasta la corrección de la línea política en 1978, con el afianzamiento de Deng Xiaoping.

Al margen de estas acusaciones propiamente políticas, Hua Guofeng fue atacado como responsable de una olítica económica irreal, lo que provocó su caída y su sustitución por Zhao Ziyang.

Esta política económica irreal se traduce por una oposición de Hua a la ideas de Deng entre los años 1978 y 1980, época en la que contó todavía con ciertos apoyos en el serio del Comité Central del partido, que obstaculizó a veces las reformas de Deng. Esto ha sido corregido ahora con la nominación de un nuevo Comité Central totalmente fiel al nuevo equipo dirigente chino.

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