La religiosidad, tema de la obra teatral 'Agnus Dei'
"La obsesión de buscar explicaciones para todo lo que no comprendemos ha eliminado el misterio y lo maravilloso de nuestra vida", asegura John Pielmeier, dramaturgo norteamericano autor de Agnus Dei, una obra que se representa actualmente en los escenarios de Broadway, cuyo estreno oficial en España se celebra esta noche, a las 22.30, en el teatro Marquina de Madrid en un montaje dirigido por Angel García Moreno con las actrices Carmen Bernardos, Queta Claver y Verónica Forqué."La historia de Agnus Dei es como un viaje que emprenden tres mujeres. Y con ellas el público", añade Pielmeier. "Un viaje que ya ha realizado el autor y que como todos los tránsitos importantes es un proceso inquietante y difícil, en sí mismo, un auténtico milagro".
Las tres mujeres que protagonizan la historia, dos monjas y una psiquiatra, representan el enfrentamiento de dos sistemas de creencias antagónicos en torno al conflicto que sufre la religiosa más joven, acusada de haber matado a su hijo.
"Agnus Dei es una obra larga y densa que plantea la pugna entre racionalismo y superstición en clave de intriga policiaca", comenta Angel García Moreno, director del montaje. "El problema que trata se resuelve de una forma abierta que resulta convincente y plausible tanto a los agnósticos como a los creyentes".
Con una escenografía sobria y simbólica que se apoya en el juego de luces, García Moreno ha puesto en escena este drama místico en función del trabajo de interpretación de las tres actrices: Carmen Bernardos, en el papel de madre superiora; Queta Claver, como psiquiatra, y Verónica Forqué, que encarna la figura de una joven novicia que ha crecido tras las rejas del convento, ignorante de la realidad del mundo exterior.
La traducción del texto dramático de Pielmeier ha sido realizada por Juan José Arteche y sobre ella, respetándola sustancialmente, el director García Moreno ha introducido algunas leves modificaciones en el carácter de los personajes para humanizar sus posiciones intelectuales y aproximarlos al público español.
La experiencia religiosa, la presencia subyacente de lo sobrenatural en una sociedad tecnológica y laica, la posibilidad de que existen en ella nuevas formas de santos y de milagros, son los motivos que inspiran la obra de Pielmaier, autor que confiesa su herencia católica y su obsesión por la religiosidad.
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