Dimite el jefe de la Guardia Nacional panameña

El comandante en jefe de la Guardia Nacional de Panamá, general Rubén Darío Paredes, considerado como el hombre fuerte del país, presentó el sábado la dimisión en una larga carta dirigida al presidente de la República, Ricardo de la Espriella. Paredes transmitió una copia de su carta de dimisión al Estado Mayor de la Guardia Nacional, la única institución armada del país, el cual, a su vez, ha solicitado mantener una entrevista con el jefe del Estado para proceder a "un intercambio de puntos de vista" sobre la carta.El Estado Mayor de la Guardia Nacional se reunió el sábado en sesión permanente a raíz de la dimisión de su comandante. Se ignoran hasta el momento las razones que han inducido a esta dimisión, tanto más inesperada cuanto que el general Paredes debía jubilarse dentro de cinco días. Rubén Darío Paredes se había mostrado a la luz pública como el hombre fuerte de Panamá el pasado 30 de julio, con la renuncia del presidente Arístides Royo.

Ese día, el general Paredes dispuso que el Gobierno presentase la dimisión y ordenó interrumpir la publicación de todos los periódicos panameños durante una semana. Además, el general dirigió al nuevo presidente, Ricardo de la Espriella, una serie de recomendaciones que los observadores consideraron como un auténtico plan de Gobierno, y recomendó la dimisión de casi todos los dirigentes civiles del país.

Con la dimisión de Rubén Darío Paredes, Panamá ha redondeado 35 días de cambios políticos que se inciaron con la renuncia de Royo. El país ha dado así un giro a su actividad política y militar que implica un mayor acercamiento entre el Gobierno, el sucesor de Arístides Royo y los partidos políticos de la oposición.

Pocos días después de haber asumido la Presidencia, De la Espriella, acompañado por Paredes, mantuvo una reunión con el dirigente de la oposición, el ex presidente Arnulfo Arias Madrid, derrocado por los militares en octubre de 1968.

Una semana después, los principales dirigentes políticos panameños se entrevistaban con De la Espriella y concluyeron una serie de pactos, entre ellos la creación de un centro que organice las elecciones generales previstas para 1984 y la institución de una comisión para la reforma del texto constitucional vigente desde 1972.