La Quincena Musical donostiarra supera sus tiempos de crisis
Un público aficionado que todos los días, durante los dieciocho conciertos de que consta el programa, llenó el aforo del teatro Victoria Eugenia, ha dado el empuje decisivo y la decidida consistencia que tuvo en su día y necesitaba recuperar la Quincena Musical de San Sebastián, el festival musical decano de los que se celebran en territorio español, que este año celebró su 43ª edición. Después de una fuerte crisis que estuvo a punto de hacerla desaparecer en los años difíciles de la transición en Euskadi, la quincena parece haberse recuperado de nuevo.Desde el año 1979, en que estuvo a punto de desaparecer, este festival musical había ido superando las últimas ediciones con una pobreza de programa que acusaba la ausencia total de orquestas sinfónicas extranjeras, hasta que en esta edición ha podido salir a flote debido al decidido trabajo de su organización interna y al apoyo económico del Ayuntamiento, consejería de Cultura y Ministerio de Cultura. La calidad de su último programa y la respuesta del público, ha dado como resultado el que casi 25.000 personas hayan presenciado los dieciocho conciertos del programa. "Esta cifra", declararían los organizadores, "no tiene precedentes en la historia de la Quincena y entre el público, en su mayoría del país, hay que registrar la vuelta de muchos ex abonados de Madrid así como bastantes aficionados franceses".
En realidad, se puede decir que la Quincena ha recuperado el prestigio que tuvo en su día y esto es evidente por la oferta musical que tenemos para la próxima edición. Esta supera ampliamente el calendario que tradicionalmente ha tenido la Quincena Musical", declaró su director José Antonio Echenique.
El plato fuerte del programa de este año consistía, en la presentación de la orquesta de Euskadi que ofreció los conciertos conjuntamente con el orfeón donostiarra. Precisamente este último puede ser considerado el eje principal de la quincena donostiarra desde sus orígenes, ya que al no existir orquesta alguna en Euskadi la quincena musical fue siempre la única oportunidad que tenía los aficionados de oir al orfeón donostiarra acompañado de orquestas de importancia. "Precisamente su mayor número de actuaciones en estos cuarenta años los ha tenido el Orfeón con la Orquesta Nacional", manifestó Echenique. La curiosidad que había despertado la orquesta de Euskadi fue tal que la organización tuvo, que abrir al público el teatro durante un ensayo general que le celebró la vispera de su presentación.
Pero en el programa celebrado, hay que destacar el éxito de los ballets de Antonio Gades y Maurice Béjart. Fue el bailarín español el que despertó mayor delirio entre un público enfervorecido que logró arrancar veinte minutos de propina a la compañía de Gades.
En cuanto a los conciertos sinfónicos, la presencia de la Filarmónica de Dresde y la Orquesta de Cámara de Israel, fueron los conciertos relevantes. Precisamente esta última actuó junto con el Orfeón Donostiarra. Después de esta colaboración el orfeón dará seis conciertos en Israel, entre el 9 y el 15 de septiembre.
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