Los espectáculos de Olite congregaron a 60.000 espectadores

Un total de 540 artistas y más de 60.000 espectadores (de los cuales unos 28.000 llegaron en 165 autobuses desde todos los puntos de Navarra) han participado en la segunda edición de los Festivales de Olite, organizados por la institución Príncipe de Viana, de la Diputación Foral de Navarra y que se han desarrollado durante más de un mes en Olite.Grandes espectáculos de música, ballet, teatro, cursos de aprendizaje artístico (en los que tomaron parte más de trescientas personas, la mayoría de las cuales lo hicieron en los cursos de ballet clásico y contemporáneo, así como en el de expresión teatral a cargo de Lindsay Kemp) exposiciones y actuaciones de grupos por las calles han compuesto el programa de estos festivales de Navarra. El aforo del recinto, anejo al castillo, se ha visto cubierto durante todas las noches en que se han celebrado estos espectáculos, a excepción del día 6 de agosto -en que actuó la Orquesta Sinfónica de Radiotelevisión Española- que quedaron sin vender unas 200 entradas.

Terror en el castillo

Como despedida de los festivales, se organizó una fiesta medieval de terror en el castillo (donde próximamente se ubicará un salón de congresos) que estuvo a cargo de los componentes de diversos grupos de teatro que han participado en los festivales.Los Festivales de Olite comenzaron con la actuación de la compañía de Lindsay Kemp, que puso en escena la obra de William Shakespeare Sueño de una noche de verano con un éxito total. Posteriormente, estaba prevista la intervención de la Orquesta Sinfónica de Praga, pero ésta no pudo desplazarse a Olite por problemas de visados en su país. El viento, racheado y frío en algunos momentos, no faltó a la cita del concierto de RTVE, lo que motivó que algunas partituras volaran, que los atriles se movieran y que algunas profesoras salieran al escenario provistas de chales y chaquetas.

Pero fue, sin duda, la actuación del Ballet Nacional de Cuba con Alicia Alonso, el que más éxitos cosechó en estos festivales.

Los componentes de este ballet nacional aprovecharon su estancia en Olite para ver, en una proyección especialmente dedicada para ellos, la película norteamericana West side story, realizada hace dieciséis años y que no ha sido exhibida en su país por impedirlo la censura.

A la actuación del mimo, Marcel Marceau, siguió el estreno de la obra de teatro Dones i Catalunya, una representación sobre los problemas de la mujer escrita por seis autoras catalanas, de conocidas actividades feministas, e interpretada también por mujeres.

Los grandes ballets del Africa negra pusieron la nota exótica a los Festivales de Olite y, sin duda, fueron el espectáculo más flojo. No consiguieron conectar con el ambiente y únicamente en el intermedio de su espectáculo el ballet se acercó al público. Las componentes femeninas del grupo saltaron del escenario para intentar vender a los asistentes collares y baratijas, presumiblemente africanas, lo que no agradó a los organizadores. La segunda edición de los festivales de Olite concluyó con la puesta en escena de El mito de Edipo rey, representado por la compañía de José Luis Gómez.