Encierro de los 2.000 trabajadores de Unión Naval de Levante

Los 2.000 trabajadores de Unión Naval de Levante (UNL) iniciaron ayer un encierro indefinido para presionar a la empresa y a la Administración para dar una salida a la crítica situación económica en que se encuentra la factoría. La decisión se adoptó al reabrirse los astilleros después de las semanas de vacaciones, lo que significa que los trabajadores no piensan reincorporarse al puesto de trabajo en tanto la patronal no aporte soluciones definitivas.

Mientras en los astilleros del puerto de Valencia se comenzaba esta acción reivindicativa, un centenar de trabajadores se encerraron a media mañana, repartidos en pequeños grupos, en las ocho oficinas que el Banco Central posee en el centro de Valencia.Entregaron a sus respectivos directores un escrito en el que pedían disculpas ante las dificultades que ocasionaban, y valoraban esta actitud como la única posible para alertar a la opinión pública de que el Banco Central, principal accionista de UNL, adeuda a la plantilla dos nóminas y una paga extraordinaria. Los encerrados fueron disueltos sin resistencia por la Policía Nacional poco antes de las tres de la tarde.

Las negociaciones emprendidas por el comité de empresa, integrado por CC OO, UGT y CSUT, con organizaciones empresariales, partidos y Administración, durante las últimas semanas en que se paralizó la actividad en la factoría, no han llegado a ningún resultado. No obstante, el comité prosiguió ayer sus gestiones cerca del Consejo Valenciano, Delegación Provincial de Trabajo y partidos políticos. Fuentes del comité aseguran que el Ministerio de Industria y la División Naval del Instituto Nacional de Industria mantienen su postura de no invertir los 2.500 millones de pesetas fijados por un plan de ajuste establecido entre la dirección de Unión Naval de Levante y el comité, en tanto el Banco Central, como accionista mayoritario, no se comprometa a invertir también.

Otra alternativa barajada por un amplio sector del comité consiste en nacionalizar la factoría ante la inoperancia de los accionistas mayoritarios.