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Habib busca un acuerdo en Líbano, entre Gemayel y la comunidad musulmana

El emisario norteamericano en Oriente Próximo, Philip Habib, anunció ayer que la evacuación de Beirut oeste de los combatientes palestinos y sus aliados sirios puede quedar concluida el próximo 2 de septiembre. Habib lleva a cabo en los últimos días intensas gestiones para alcanzar una negociación entre el nuevo presidente, Bechir Gemayel, con quien ayer se entrevistó, y la comunidad musulmana libanesa, para lograr la pacificación de Líbano y la salida de las tropas extranjeras.

Ayer, el grueso de la fuerza multinacional de paz -norteamericanos, franceses e italianos- tomó las posiciones asignadas en el centro de la línea de demarcación. El primer contingente italiano quedó emplazado, a primeras horas de la mañana, en la galería Semaan y la zona del aeropuerto. La evacuación, de cerca de un millar de palestinos y sirios, se llevó a cabo por mar sin mayores inconvenientes Previamente, la Cruz Roja Internacional embarcó en el buque Flora, especialmente fletado por este organismo, a 185 heridos paIestinos, que serán atendidos en Atenas.En total, según el Ejército israelí, son ya 3.484 los guerrilleros palestinos que han abandonado Beirut desde el comienzo de la evacuación.Evacuación a Damasco

La mediación de Philip Habib ante las autoridades israelíes en la noche del miércoles tuvo resultados positivos y Tel Aviv autorizó la llegada a la zona oeste de Beirut de cuarenta autobuses y camiones sirios que empezarán a transportar hoy, a primeras horas de la mañana, a no menos de 3.000 soldados sirios y palestinos con destino a Damasco.

Según el acuerdo conseguido, la fuerza pacificadora francesa revisará el contenido de los autobuses y camiones antes de llegar a la capital. Su conducción hacia Siria corre a cargo de personal libanés, posiblemente soldados del Ejército regular de Líbano. Los sirios por su parte, han recibido garantías firmes de que las milicias cristianas no atacarán el convoy.

Al término de la que parece la última gestión de Habib, en cuanto al programa de retirada palestina, el emisario norteamericano. se dispone a concentrar sus esfuerzos para lograr un consenso entre el recién elegido presidente libanés, Bechir Gemayel.

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En este asunto, Washington lleva la iniciativa política, y su presencia como primera potencia en esta parte del mundo es, de día en día, más inequívoca. Así, en caso de que las diversas negociaciones se prolonguen, EE UU parece, haber encontrado al sustituto de Habib, quien partirá de vacaciones a Hawai cuando termine la evacuación palestina. Se trata de Joseph Sisco, ex ayudante de Kissinger.

El enviado norteamericano ha comentado, mientras tanto, que Bechir Gemayel, como presidente, debe ser diferente del comandante de los Kataeb (milicias cristianas unificadas). Algunos comerciantes cristianos, suponen que los musulmanes terminarán por aceptar la nueva situación y que el aglutinador de las tendencias musulmanas, Saeb.Salam, podría aceptar el cargo, de primer ministro.

La labor de Gemayel

Gemayel se enfrenta ahora no sólo al rechazo de la comunidad interna musulmana, especialmente hostil en el Norte, sino también a las recientes amenazas sirias de declarar la guerra a Líbano si el falangista suscribe un tratado de paz con Israel. Medios próximos a Gemayel afirmaron ayer que el presidente tiene intención de someter la paz con el Gobierno de Tel Aviv a referéndum nacional. El comité de seguridad -especie de policía en el sector occidental- del Movimiento Nacional de la Izquierda Libanesa retirará en breve a los hombres armados de las calles para facilitar un despliegue pacífico del Ejército regular libanéá, que debe comenzar este fin de semana.

Los fedayin siguen siendo despedidos todos los días con salvas de armas automáticas y artillería.

Mientras Beirut oeste se vacía de combatientes palestinos las armas pesadas pasan a control del grupo Murabitun (nasserista), que se convierte de esta forma en la principal fuerza armada en el occidente de la capital libanesa. Es también la más radical y no acepta la presencia del Ejército regular en el oeste, por considerarlo esbirro de los falangistas del Kataeb.

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