La policía niega que hubiera veneno en las drogas que provocaron tres muertes en Bilbao
La muerte por sobredosis de droga de una pareja de jóvenes ocurrida recientemente en Bilbao pudo deberse a la ingestión de Metasedin, fármaco que tiene como principal componente el clorhidrato de metadona, sin que mediara en ello la presencia de ningún veneno mezclado con la heroína como se señaló en un principio, según un informe elaborado por el servicio policial de estupefacientes del País Vasco que dio cuenta del mismo en una conferencia de Prensa celebrada en la mañana de ayer en la sede del Gobierno Civil de Bilbao. La misma causa, aunque por consumo de otro fármaco que no fue especificado a lo largo de la reunión, explicaría, según las mismas fuentes policiales, el fallecimiento de un tercer joven que fue encontrado muerto en un bar de la misma ciudad el 18 de agosto pasado.Por su parte, el gobernador civil de Vizcaya, José Ramón Onega, que asistió también a la citada conferencia junto a los responsables del mencionado servicio policial, afirmó la voluntad política de su departamento de afrontar los problemas planteados por la drogadicción para lo cual solicitó la colaboración ciudadana.
La inquietud y el estado de alarma latentes desde las referidas muertes, supuestamente achacadas a la inclusión de materias tóxicas o venenosas en las mezclas de heroína entre círculos de adictos y por parte de portavoces del departamento de Drogodependencia del Gobierno Vasco, ha motivado la toma de postura pública de los respectivos departamentos de policía y Gobierno Civil de Vizcaya, según declaró ayer el propio gobernador civil.
Por su parte, el comisario jefe de la policía judicial, Francisco Álvarez, y el jefe accidental de la Brigada Especial de Estupefacientes, Agustín Díaz, adscritos al País Vasco, reafirmaron las hipótesis adelantadas como posibles causas de las muertes, aunque de momento, y a la espera del informe definitivo del Instituto Central de Toxicología de Madrid -actualmente ocupado en el análisis de las vísceras de las mencionadas víctimas- las definan como métodos de trabajo dentro de las investigaciones en curso.
Siempre según esta teoría, el Metasedín, el fármaco en cuestión, fue adquirido a través de alguna receta falsa, sin los debidos requisitos exigidos a raíz de las medidas adoptadas por el Ministerio de Sanidad, entre las que se incluye el correspondiente anuncio de "no hay drogas" en las farmacias. Los mismos responsables policiales dieron cuenta de la línea de sus actuaciones en el terreno del consumo y tráfico de drogas y estupefacientes en el que, según los datos aportados, se mueve una población juvenil comprendida entre los 14 y 25 años, de los que cerca de un 90% deriva en conductas delictivas. La intervención policial en el problema, para el que reconocieron que, a pesar del incremento último de sus dotaciones, "todos los medios son pocos" se orienta en un primer momento a determinar los "estados peligrosos" de las personas bajo su competencia, tanto en el plano del consumo como si se trata de traficantes. Estos casos, que llegan a la policía a través de las detenciones efectuadas, suelen intensificarse en situaciones que se consideran de cierto peligro caso de las fechas en que se produjeron las referidas muertes. En concreto, el día siguiente de que fuera hallado muerto el joven Antonio González en un bar de Bilbao, de un total de once detenciones policiales practicadas, siete correspondieron al servicio de estupefacientes; el día 21 de agosto, de las 21 personas detenidas, dieciséis se debieron a la misma causa. No obstante, los representantes de la brigada de Estupefacientes señalaron que los niveles de consumo de drogas en el País Vasco, eran similares a los del resto de España.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.