Hay que salvar al campo

Una sequía persistente y generalizada, que afecta con grave pero desigual intensidad a casi media España, gravita por segundo año consecutivo sobre el sector primario, con unas pérdidas acumuladas en torno a los 150.000 millones de pesetas. No hay medio de hacer frente a la meteorología desfavorable y las ayudas para paliar los daños resultan insuficientes, dada la magnitud de éstos, especialmente en algunas zonas. Con los embalses bordeando el 40% de su capacidad, con un régimen de riegos obsoletos en muchos casos, la situación del campo es realmente angustiosa. El mal, por otra parte, llega también a las ciudades y se censan ya hoy 174 poblaciones -342.000 habitantes- en alerta roja y otro centenar largo sobre las que pende idéntica amenaza, sometidas, por el momento, a régimen de restricciones.Una política agraria escasamente activa durante lustros, en beneficio de un intenso esfuerzo de expansión industrial, ha llevado a la agricultura y a la ganadería a una difícil supervivencia cuando las condiciones climatológicas no son favorables. A los excelentes rendimientos agrarios obtenidos en 1980 siguió un año 1981 de pobrísimos resultados, con descenso de la producción del 8,1% en términos reales, con deterioro del producto neto como consecuencia del crecimiento de los gastos y de las subvenciones y, finalmente, con nueva reducción de la renta de los agricultores, a pesar del mejor comportamiento de los precios. Por supuesto, continúa disminuyendo la población activa agrícola y manteniéndose una elevada tasa de desocupación.

Un reciente informe elaborado por técnicos de la CEOE aventura la posibilidad de un crecimiento real de la producción agraria inferior al 2%, sobre las ya menguadas cifras obtenidas en el anterior ejercicio. La cosecha de cereales, por ejemplo, no parece que pueda superar el 50% de la de 1981. ( ... )

Ciertamente se ha dispuesto por el Gobierno la concesión de ayudas financieras por importe de 20.000 millones de pesetas, distribuibles en función de los daños producidos por la sequía, y se pone en marcha el plan de financiación de la agricultura con créditos a más largo plazo.

25 de agosto