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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La desconocida obra del cineasta Charles Walters

La muerte de Charles Walters, que se conoció, en España el pasado martes, ha sido una sorpresa para muchos. Gran parte de los historiadores del musical le daban ya por muerto. Inactivo desde 1964, su nombre había sido eclipsado desde el principio de su carrera, bien por los protagonistas de sus películas, bien por algunos números de éstas que fueron más populares que su autor. Hay antologías del cine musical norteamericano en las que el nombre de Walters aparece mencionado con caracteres minúsculos, casi negándole lo mejor de su labor.Fue, efectivamente, un cincasta discreto, poco efectista, sin ambiciones estelares.

Ello no niega su talento, disperso por un buen número de películas. El problema de Charles Walters es que no encontró habitualmente la oportunidad que necesitaba. Si, de un lado, dirigió una de las mejores muestras del género musical -Desfile de Pascua, nunca estrenada comercialmente en España y sólo exhibida en televisión-, de otro, fue támbién el responsable de películas menores -Alta sociedad, Jumbo o Molly Brown, siempre a flote-, características del deterioro sufrido por el musical en los años sesenta, fecha que agota ya el viejo esplendor del género.

Quizá Charles Walters estaba condenado a protagonizar la clausura del musical, toda vez que su carrera como director comenzó realmente al hacerse responsable de la última película que interpretaron juntos Fred Astaire y Ginger Rogers -Vuelve a mí, en 1948-, la pareja que encarna uno de los momentos más estelares de la historia del Cine norteamericano. Antes que director, Charles Walters había sido bailarín y, coreógrafo. De ahí que, por encima del conjunto de sus películas, sean especialmente algunos momentos de ellas los que cuenten en su filmografía. Momentos, por otra parte, cercanos a una cierta cursilería, que claramente puede representar Leslie Caron en sus encuentros con los muñecos de Lilí o sus ensoñaciones de La zapatilla de cristal.

No es fácil de saber, sin embargo. Salvo estos títulos, la mayoría de las películas de Walters siguen siendo desconocidas en España. Televisión Española presentó hace poco Summer stock (Repertorio de verano), en la que Judy Garland y Gene Kelly sorprendían con algunos números originales, muy especialmente el que Kelly interpretaba sobre un deteriorado escenario en el que crujía un tablero. A ese número antológico habría que añadir en el de Astaire y Garland en Desfile de Pascua disfrazados de vagabundos. Momentos estelares que permiten valorar a Charles Walters como un importante coreógrafo.

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