La tragedia de Algarrobo
La noticia, por su contenido vandálico y demencial, ha llenado de luto las conciencias de aquellos que aún creen en la necesidad de defender todo lo que represente un hecho cultural.Arrasar olímpicamente y por las buenas un yacimiento de lá categoría del Morro de Mezquitilla (Algarrobo) porque un alemán irresponsable, que además es arqueólogo, así lo entienda, y que semejante atropello cuente además con el beneplácito de la Subdirección General de Arqueología y Etnología del Ministerio de Cultura, que al mismo tiempo pide la declaración del conjunto como monumento nacional, nos hace adentrarnos en el mundo de la barbarie y la irracionalidad más representativa y, por supuesto, en el reino de la más absoluta ilegalidad, por mucho que el documento lleve la firme del señor subdirector general de Arqueología. Un espacio arqueológico incoado ya para su declaración como monumento nacional es intocable; arrasarlo es actuar contra la ley, contra la racionalidad./
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