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Tribuna:TEMAS PARA DEBATELa contaminación de las playas
Tribuna
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La contaminación estética

Es bastante frecuente que cuando llega el verano se despierten los recelos y las dudas sobre la contaminación de las playas. La gente se pregunta si esa contaminación de la que oye hablar o sobre la que se escribe en España y en el extranjero será o no cierta y si no debería pensar en cambiar los veraneos en la costa por veraneos en la montaña o algo por el estilo.La gente se pregunta esto, pero como cambiar es complicado y a los partidarios del mar no les gusta dejarlo, por muchas y distintas razones, el caso es que siguen yendo a las playas y bañándose en ellas, y yo creo que en realidad, lo hacen sin demasiada preocupación.

¿Cuál es la realidad? ¿Están las playas tan contaminadas como dicen algunos o tan poco contaminadas como pretenden otros?

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Esta es una pregunta básica que, si se pudiera contestar sin rodeos y con seguridad, daría el problema por resuelto, para bien o para mal. Si fuese para mal, siempre sería para bien, valga la aparente paradoja, puesto que el saber con certeza que nuestras playas están muy contaminadas nos obligaría a tomar medidas enérgicas para descontaminarlas y para evitar que se volviesen a contaminar.

Desgraciadamente, la cosa no está tan clara.

En primer lugar, hay que distinguir entre la contaminación de la arena de la playa y la contaminación del agua del mar que baña la playa.

Voy a referirme primero a la contaminación del agua del mar.

Para conocer una contaminación hay que buscar sus orígenes. Las causas de la contaminación son, o pueden ser, muy diversas, pero, explicadas rápida y sucintamente, podemos citar los vertidos desde buques y los vertidos de tipo urbano o industrial desde tierra.

Los buques vierten basuras y productos petrolíferos. Cualquiera, estando en una playa, ha podido observar manchas de aceite y bolas de alquitrán, que no le hacen ninguna gracia, y generalmente, estas pelotitas negras tienen su origen en los buques.

Los vertidos industriales, hechos a través de emisarios submarinos -que son unos tubos cuya misión debería ser precisamente la de conducir los vertidos de las aguas residuales hasta un punto situado adecuadamente por su profundidad y ubicación- o bien directamente, pueden ser fuertemente contaminantes, pero, en general, esta contaminación de origen industrial no suele ser peligrosa para la salud de los bañistas, aunque en algunos casos -por ejemplo cuando dan lugar a la formación de espumas o a cambios de color o a la aparición de manchas de grasa- puede resultar estética mente desagradable.

La contaminación que no sólo es estéticamente desagradable sino que podría dar lugar a peligrosidad para la salud de los bañistas, es la producida por los vertidos urbanos.

Estos vertidos, procedentes de las poblaciones y urbanizaciones o, incluso, de edificios aislados, costeros, pueden producirse, lo mismo que los de origen industrial, de modo directo o a través de emisarios submarinos. También hay que considerar como tales los que llegan al mar a través de los ríos, sin que en ellos se haya producido la autodepuración.

Precisamente porque se trata de las aguas negras humanas, es en ellas donde puede haber bacterias y virus productores de en fermedades.

La contaminación de las aguas de baño y la de las arenas de la playa pueden ser de tipo estético solamente o bien conllevar la existencia de: bacterias y virus, en cuyo caso no solamente son estéticamente desagradables, sino que pueden entrañar peligro para la salud de los bañistas o de los que se tienden a tomar el sol sobre la arena.

Podríamos decir, resumiendo que el peligro para el hombre le viene del hombre.

Las aguas del mar de una playa, y también. sus arenas, pueden estar sucias, con grasas, con plásticos, con botes, con papeles, etcétera, y, sin embargo, no ser peligrosas para la salud de los usuarios de la playa.

Con todo, generalmente, una playa sucia y con aguas sucias suele ser peligrosa, porque existe una cierta correlación entre la presencia de esta suciedad y la posible existencia de bacterias y virus.

Tanto es así, que las especificaciones conocidas como normas califomianas han sido establecidas precisamente basándose en el hecho de que las playas que no las satisfacen están estéticamente contaminadas.

Un porcentaje importante de las playas españolas no satisface la Norma de California, y ello sólo quiere decir, en principio, que estéticamente están contaminadas, pero esta contaminación no es necesariamente peligrosa para la salud y, de hecho, no se ha encontrado, hasta ahora, a pesar de los numerosos estudios realizados, una. relación entre la existencia de contaminación estética y la aparición de enfermedades entre los bañistas, aparte del aumento, en pequeños porcentajes, de afecciones cutáneas o de los ojos.

¿Quiere esto decir que la contaminación existente en bastantes de nuestras playas no tiene importancia?

Quiere decir, exactamente, que debe ser vigilada, que deben tomarse medidas para que disminuya -entre las cuales hay que citar el educar a los usuarios para que no la produzcan ellos mismos con sus aceites, con sus plásticos, con su manía animal de hacer aguas en el mar-, pero, en lo que a mí respecta, no me impedirá ir y llevar a mi mujer y a mis hijos a bañarme a una playa que la Norma de California ha dado como contaminada estéticamente, y no lo haría si creyera en un peligro verdadero o si me resultase desagradable su aspecto.

Luis Felipe Vila Ruiz es jefe de la sección de Planificación del Litoral, de la Dirección General de Puertos y Costas. MOPU.

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