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George Korkala revela un plan secreto para asesinar al rey de Arabia Saudí

El ex agente de la CIA (Agencia Central de Información) George Korkala, encarcelado desde finales de febrero pasado en Madrid por una solicitud de extradición presentada por el gobierno de Estados Unidos, ha denunciado mediante una carta dirigida al Rey de Arabia Saudí, a la que ha tenido acceso EL PAIS, que la CIA y el Gobierno norteamericano tenían conocimiento desde 1980 de un plan secreto para asesinar al entonces Príncipe Heredero, Fabd Iben Abdul Azziz, ahora Rey de Arabia Saudí". Según el citado ex agente de la CIA, los servicios secretos libios concentraban la mayoría de la información relacionada con este intento de atentado.

En agosto de 1980, George Korkala, después de haber trabajado para varios servicios secretos norteamericanos y de otros países como Inglaterra, accedió a prestar sus servicios para la CIA en una operación especial. En aquellos momentos, él no conocía su misión concreta.El ex agente dice en el documento que ha enviado al Rey de Arabia Saudí que la operación comenzó en Líbano y Siria "donde yo tendría mi base, aunque como parte integrante de mi cometido se me instruyó para visitar Tripolí (Libia), donde en 1981 entré en contacto con altos cargos de la inteligencia libia y donde se me informó de ciertos hechos relacionados con un intento de asesinato que tendría lugar en Riad". "Después de mi regreso a Beirut", continúa, "reuniones posteriores me confirmaron la autenticidad y determinación de llevar a cabo el plan; también se me informó de que el grupo responsable tenía acceso a las medidas de seguridad en torno a la Familia Real, proporcionadas por una agencia de los Estados Unidos íntimamente relacionada con la CIA".

En octubre de 1981, George Korkala supo que el blanco del asesinato era el entonces Príncipe Heredero de Arabia Saudí, ahora Rey. "El plan comprendía tres posibilidades que se estudiaron para ver cuál podría ser la más viable: a) entrando en el personal de confianza de la Familia Real o por medio de un individuo que estuviera en próxima relación con el Príncipe, b) por medio de un comando paramilitar reclutado y adiestrado en Libía e infiltrado en Arabia Saudí (esto fue considerado como una misión suicida), y c) por medio de un comando paramilitar que planeara el atentado contra el Príncipe fuera de Arabia, lo que se consideró con el plan con más posibilidades de éxito".

El plan fue puesto en conocimiento de la CIA a través de un contacto en Beirut y se hizo llegar directamente a los Estados Unidos. "Posteriormente", afirma Korkala, "a mí se me dieron instrucciones de regresar a Libia a la mayor brevedad posible para saber si alguno de los comandos incluía ciudadanos de los Estados Unidos o si el adiestramiento iba a ser proporcionado por algún posible agente de la CIA con base en Trípoli".

Secuestrado en Beirut

Después, Korkala volvió a Beirut "donde, mientras esperaba los preparativos finales del asunto, fui raptado el 7 de noviembre de 1981 e interrogado en relación con mi posible conexión con los servicios secretos libios hasta que finalmente, el 31 de diciembre de ese año, fui puesto en libertad bajo condiciones muy estrictas".

"A mediados de enero", continúa, "volví a recibir instrucciones para proseguir con mi proyectado viaje a Libia, al objeto de obtener el máximo de información relacionada con el intento de asesinato, pero me puse en contacto con un agente de la CIA, destinado en la embajada de los Estados Unidos en Beirut, y solicité ser devuelto a América y protección para mi familia en los Estados Unidos, petición que me fue denegada".

Korkala explica que había accedido a participar en la operación de la CIA a cambio de ser liberado de todo procedimiento legal existente contra él en los Éstados Unidos, pero "el Gobierno norteamericano me abandonó corriendo un gran riesgo personal".

Después de esto, el ex agente de la CIA se puso en contacto con el embajador de España en Beirut para pedir asilo político y éste le recomendó que se trasladáse a España para realizar los trámites formales en Madrid, donde fue detenido inmediatamente por la Policía española, tras recibirse aquí una solicitud de extradición por parte del Gobierno de Estados Unidos.

Durante su estancia en prisión, Korkala fue visitado por miembros de la embajada de Estados Unidos en Madrid y por un individuo que decía representar al Departamento de Justicia norteamericano y que más tarde se comprobó que se trataba de un agente del FBI con base en París, quien indicó que las declaraciones de Korkala fueron puestas en conocimiento del entonces Secretario de Estado norteamericano, Alexander Haig, y del propio presidente Reagan. "El plan de asesinato", dice Korkala, "fue descubierto y yo he informado del asunto a la embajada de Arabia Saudí en Madrid".

El documento, escrito a mano por Korkala, fue llevado por un intermediario a la embajada de Arabia Saudí en Madrid a principios de este mes. El ex agente acaba su escrito proponiendo al Rey de Arabia Saudí el proporcionarle todos los detalles del atentado, incluyendo nombres, fechas y lugares de todos los aspectos relacionados con esa operación y con otras revistas en Arabia Saudí.

George Korkala posee un largo historial de actividades en servicios secretos de diferentes países, según consta en el escrito que su abogado ha enviado recientemente a la Audiencia Nacional, al que también ha tenido acceso EL PAIS.

Korkala, según este documento, ha trabajado para los servicios secretos del Departamento de Defensa, el Departamento de Estado, el FBI, el Tribunal Supremo, Prisiones y la CIA, todos estos en los Estados Unidos, así como con Scotland Yard, el Escuadrón Marino Especial y el Ministerio de Defensa, en Inglaterra. También ha prestado sus servicios a los Ministerios de Defensa y Servicios de Seguridad y Antiterroristas de Irlanda, Kuwait, Turquía, Siria, Yugoslavia, México, Líbano, Australia, Unión Surafricana e Irak.

El ex agente de la CIA declara a través de este escrito que ha intervenido, por ejemplo, en la operación para detectar las bombas en el atentado contra el Queen Elizabeth 2 y en la protección del Papa.

Desde 1975, Korkala trabajó para el FBI y en 1978 fue conectado por un agente de la CIA (Frank Terpil, que sería el hombre que realizaría la famosa venta de armas a Libia junto con su amigo Ed Wilson, otro ex agente de la CIA recientemente detenido en los Estados Unidos para asistir al Ejército norteamericano en aparatos de seguridad para operaciones secretas. En el verano de 1979 fue invitado por Frank Terpil a entrar en la CIA como "agente contratado", tras un entrenamiento en Virginia.

Korkala fue condenado en ausencia al igual que Frank Terpil, en junio de 1981, a 53 años de prisión por intentar vender 10.000 ametralladoras a unos presuntos guerrilleros latinoamericanos que, en realidad, eran agentes federales camuflados. Korkala dice que esta fue una operación montada por la propia CIA.

La Audiencia Nacional ha aplazado hasta septiembre la vista de la causa de extradición que ha presentado el Gobierno norteamericano contra George Korkala, mientras su defensor ya ha presentado el escrito de alegaciones contra la citada petición. La defensa apunta que el Consejo de Ministros español dio vía libre a esa petición por un delito determinado, mientras la documentación llegada desde Estados Unidos hace referencia a otro delito diferente, motivo por el que la defensa ha presentado una alegación por quebrantamiento de forma en el procedimiento

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