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Falleció el lingüista Roman Jakobson, 'padre' de la fonología moderna

"Con la muerte de Roman Jakobson desaparece uno de los lingüistas más importantes del siglo XX y uno de los investigadores más sobresalientes de la fonología moderna". De esta forma ha reaccionado el escritor, académico y lingüista español Antonio Tovar a la noticia de la muerte de Roman Jakobson, fallecido el pasado domingo, a los 85 años, en el Hospital General de Massachusetts (Boston, Estados Unidos). El anuncio de la muerte de uno de los más importantes renovadores de las teorías sobre el lenguaje de este siglo fue hecho público tres días más tarde por el Instituto de Tecnología de Massachusetts.

Para el profesor Antonio Tovar, lo más destacado de Jakobson fue su trabajo, primero en el grupo de los formalistas rusos y después en la Escuela de Praga, para terminar sirviendo de enlace en Estados Unidos con las tendencias más modernas del campo de la lingüística. Roman Jakobson estuvo por última vez en España hace cuatro años. Con anterioridad, en junio de 1974, Jakobson pasó unos días en Madrid invitado por la Sociedad de Estudios y Publicaciones, para pronunciar dos conferencias sobre temas de su especialidad.Jakobson nació en Moscú en 1896. A partir de 1914 se especializó en lingüística comparada y filología eslava en la universidad de su ciudad natal. Un año después fundó el Círculo Lingüístico de Moscú con la intención de investigar los dialectos y el folklore. En este período Jakobson comenzó a elaborar nuevas teorías literaria dentro de lo que poco después sería calificado como formalismo.

Cuando los formalistas rusos fueron perseguidos en la primera etapa de la revolución rusa (1920) Jakobson tuvo que emigrar a Praga, donde permaneció hasta 1938 año en que los nazis tomaron el poder. En Praga continuó sus investigaciones sobre métrica comparada y lenguas eslavas y allí puso los cimientos con la ayuda de su amigo, también lingüista, N. Trubetzkoy, de lo que sería más adelante la fonología estructural Su obra Sobre el verso checo comparado con el verso ruso, publicada dos años más tarde, supuso una primera tentativa de aplicación de los principios fonológicos. Mas tarde escribiría obras de la categoría de Observaciones sobre la evolución morfológica del ruso, Observaciones sobre la clasificación fonológica de las consonantes, Lenguaje infantil y afasia y Leyes fonéticas generales, entre otros libros.

El Círculo de Praga

Román Jakobson se integró con sus diversas hipótesis lingüísticas en el Círculo de Praga, que había sido fundado en 1926 por Vilhem Mathesius. En Las tesis de Praga publicada en 1929, Jakobson recogió las polivalentes investigaciones de este grupo y las agrupó en una línea central con base en la lingüística y los nuevos métodos estructurales. A pesar de su definitiva orientación hacia la lingüística general él seguiría manteniendo las tesis del formalismo ruso.En 1938 emigró a Escandinavia y pasó por Copenhague, donde entró en contacto con el círculo lingüístico de esta ciudad, Oslo y Upsala. En 1941 tuvo que marcharse a los Estados Unidos, donde siguió con sus investigaciones de fonología y nuevos estudios de diversos aspectos de la lingüística. Desde 1957 a 1968 fue profesor de Lingüística General y Eslava en el Instituto de Tecnología de Massachusetts, que alternaba con clases en Harvard. También fue profesor en la Escuela de Altos Estudios de Nueva York y en la Universidad de Columbia.

Su presencia en el Instituto de Tecnología de Massachusetts es significativa, porque Jakobson intentó un punto de convergencia entre las concepciones estructuralistas europeas y los primeros pasos del desarrollo de la lingüística generativa. En el transcurso de etapa final Jakobson trabajó especialmente en la elaboración de la teoría fonológica y en su formalización. Profundizó en sus investigaciones sobre el lenguaje de los niños, las irregularidades y la afasia, y desarrolló sus estudios sobre la semántica de la gramática.

En sus estudios más recientes había abordado las relaciones de la lingüística y otros sistemas de signos y las conexiones de la lingüística con otras disciplinas afines, como la teoría de la comunicación, la antropología o la neurología. Tampoco olvidó la historia de la lingüística, la mitología indoeuropea comparada y el papel de la gramática en la poesía, y siguió investigando sobre el ruso y las lenguas eslavas. Jakobson escribió a lo largo de su vida quinientos libros y artículos, y era capaz de leer en 25 idiomas. En enero del año pasado le fue entregado el Premio Internacional Feltrinelli. Jakobson definió el estructuralismo cuando estuvo en España en 1974 como "un gran fenómeno, un movimiento general, del que no cabe decir que se propagase por generación espontánea a partir de un foco único".

Hace unos meses se editó el libro Posibilidades y límites del análisis estructural, recopilado y prologado por José Vidal Beneyto en el que se recoge una selección de trabajos que aplican o atacan el método de análisis estructural de la obra literaria, en tomo al ensayo inicial que Jakobson y el antropólogo francés Levi-Strauss realizaron del soneto Les chats (Los gatos), del poeta Charles Baudelaire.

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