Fuerte incremento de las inversiones de la banca española en el exterior

Dada la actual situación de la balanza de pagos, el fuerte volumen que han alcanzado las inversiones bancarias españolas en el exterior ha obligado a condicionar algunas autorizaciones para invertir en otros países, a que se financien capitales en los mercados internacionales, según expuso Rafael Martínez Cortiña, catedrático de Estructura Económica y consejero delegado del Banco Exterior, en una conferencia pronunciada en la Universidad Internacional de Santander, dentro del curso El sistema financiero español ante la crisis económica.

Las inversiones que la banca española tiene realizadas en otros países constituyen el primer capítulo de la inversión total del sector. En 1979 representaron un 47%; en 1980, un 40%; en 1981, un 43%, y en los cinco primeros meses del presente año ascienden a un 74%.Paralelamente, se ha ido incrementando la participación en los préstamos sindicados internacionales, que representó el 1,65% del total mundial en 1981, cuando hace pocos años ese porcentaje resultaba inferior al 1%. Martínez Cortiña apuntó que en los últimos meses se está apreciando un menor peso de los prestatarios españoles en este tipo de operaciones como consecuencia de las reticencias que vienen manifestando los empresarios a endeudarse en divisas.

Riesgos internacionales

El consejero delegado del Banco Exterior reconoció que actualmente el riesgo que se corre en las operaciones de financiación internacional es que la calidad de los destinatarios de los préstamos está bajando notablemente, lo que obliga a una más estricta vigilancia del riesgo contraído y sobre todo a un mayor control sobre el futuro, para evitar caer en meros procesos de renegociación. Asimismo señaló que la participación de la banca privada en la financiación a medio y largo plazo por las exportaciones españolas es muy reducida y que casi todo el peso recae sobre el Banco Exterior. Sin embargo, señaló que hace pocos meses se ha producido una modificación por la vía de los coeficientes de inversión obligatoria por la que la banca privada ha comenzado a entrar con más fuerza en este tipo de operaciones.Esta conferencia del profesor Martínez Cortiña, que cerró el ciclo, fue precedida por una intervención de Calixto Ríos, especialista en temas bancarios internacionales, quien apuntó que la banca extranjera en España hasta el momento no había inventado nada nuevo, pero reconoció que había servido para obligar de alguna forma a la banca española a realizar operaciones que ya conocían, pero que, posiblemente por comodidad, se habían venido resistiendo a implantar.

El balance de este ciclo de conferencias ha resultado, en opinión de los asistentes, bastante positivo, si bien resaltaban que las intervenciones menos interesantes habían correspondido, en general, a los representantes de la Administración.

A lo largo de estos quince días se han podido apreciar dos posturas bastante definidas en torno a los efectos de la vibralización del sistema financiero. Para la mayor parte de los conferenciantes, ha tenido, y sobre todo tendrá, unos efectos positivos, aunque en general reconocían que el ajuste está siendo penoso y complicado. En este aspecto, y en la demanda de la profundización del proceso liberalizador, insistieron buena parte de los representantes de la banca privada.

En el otro extremo de la balanza, y casi en solitario, aparecía el juicio de Fabián Estapé, a cargo de quien corrió la más polémica de las intervenciones del ciclo, para quien esta liberalización no puede ser calificada de nueva, y señaló que el proceso se había iniciado con las leyes de ordenación bancaria de 1962.

Se habló asimismo de que el futuro de la banca pasa por la informatización y de que la verdadera competencia de la banca extranjera -con nuevos productos y servicios- se iniciará en 1983.