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Sin la ratificación de un tratado, sería ilegal convalidar la inversión pública francesa

El Ministerio de Asuntos Exteriores advirtió al de Ecomía y Comercio sobre la inexistencia de reciprocidad diplomática entre España y Francia, requisito exigido por la Ley de Inversiones Extranjeras para que el Gobierno pueda reautorizar las inversiones realizadas en España por los grupos industriales franceses nacionalizados.

Según datos facilitados por la Vicepresidencia Económica del Gobierno, los principales grupos franceses nacionalizados -Saint Gobain, Thomson Brandt, Rhône Poulenç, Pechiney y la Compagnie Generale d'Electricité- poseen en España una red de un centenar de empresas censadas, de ellas ocho muy grandes, con ventas en 1981 estimadas en 150.000 millones a 160.000 millones de pesetas, un activo conjunto de unos 250.000 millones y un capital social de unos 28.000 millones que, sumado a reservas, puede elevarse a 90.000 millones de pesetas. En España dan empleo a alrededor de 40.000 personas.Para que estas inversiones puedan ser convalidadas por el Gobierno, se requiere una "autorización especial" que la Ley de Inversiones Extranjeras en España regula en sus disposiciones adicionales segunda y tercera.

A tenor de esta disposición, el Ministerio de Economía y Comercio recabó de Asuntos Exteriores un informe sobre la existencia de reciprocidad diplomática entre Francia y España, que ha sido contestado en sentido negativo.

La reautorización puede ser impugnada

Fuentes de Asuntos Exteriores manifestaron que la reciprocidad diplomática exige la ratificación de un tratado bilateral o multilateral que incluya a ambos países. El Ministerio de Asuntos Exteriores hizo constar al de Economía y Comercio que España y Francia no mantienen un tratado de este tipo. No obstante, fuentes oficiales del Ministerio de Economía y Comercio han manifestado que la reautorización de esas inversiones francesas sólo está pendiente de algunos requisitos formales, y que los correspondientes reales decretos serán publicados en el Boletín Oficial del Estado en la segunda quincena de este mes.A este respecto, Eduardo Sebastián de Erice, técnico comercial del Estado excedente -fue responsable de las inversiones españolas en el exterior en la Dirección General de Transacciones Exteriores-, declaró que, si el Gobierno reautoriza la participación mayoritaria de capital público francés en empresas españolas en estas circunstancias, los antiguos accionistas de los grupos industriales franceses nacionalizados pueden impugnar ante el Tribunal Supremo estas reautorizaciones, a menos que las Cortes ratifiquen previamente un tratado al respecto con Francia.

Finalmente, Sebastián de Erice señaló que el Gobierno deberá adoptar medidas de control, sobre todo en sectores estratégicos como el del aluminio (Pechiney controla buena parte de este sector), bien adquiriendo participaciones mayoritarias para el INI o el patrimonio del Estado, o bien introduciendo controles administrativos o de gestión en los consejos de administración de estas empresas.

Las principales filiales en España de las compañías francesas nacionalizadas son:

Saint Gobain. Dedicada al vidrio, controla buena parte del mercado en España. Posee un capital social de unos 10.000 millones de pesetas y sus ventas en 1981 representaron alrededor de 50.000 millones. Da empleo a más de 10.000 personas, según datos facilitados por la propia empresa. Saint Gobain controla mayoritariamente Cristalería Española La Veneciana, Vidrieras Españolas-Vicasa y Celulosas del Nervión.

Pechiney Ugine Kuhlmann. Trabaja el sector del aluminio, a través de sus participaciones en Aluminio Español y Aluminio de Galicia. Es mayoritaria en Grafitos Eléctricos del Noroeste y en Unión Química de Alógenos. El capital social de las filiales españolas se eleva a 5.000 millones de pesetas; sus ventas, a 40.000 millones, y el empleo a unos 8.000 puestos de trabajo.

Thomson Brandt. Se dedica a la electrónica, aunque las filiales españolas operan fundamentalmente en procesos de montaje y no en producción de elementos, que son importados desde Francia. Controla Metal Magda, Componentes Electrónicos y Thomson Brandt Española, con un capital social de unos 3.000 millones de pesetas, y alrededor de 3.000 puestos de trabajo.

Rhône Poulenç. Dentro del sector químico, entre las filiales españolas, posee fuertes participaciones en la Sociedad Española de Fibras Artificiales (SAFA), Río Rodano, Rhône Poulenç Farmacia, Rhône Poulenç Química España, Insecticidas Cóndor y otras empresas menores. El capital social de estas industrias supera los 5.000 millones de pesetas; su volumen de negocio, los 35.000 millones, y el empleo creado en España los 4.000 puestos de trabajo.

Compagnie Generale d'EIectricité. Se carecen de datos actualizados fiables. Su principal participación es en la central nuclear de Vandellos.

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