_
_
_
_
Reportaje:Argentina, tras el conflicto en el Atlántico sur / 2

Brasil y Chile recelan de los planes rearmamentistas del Gobierno de Buenos Aires

En su discurso a la nación el pasado primero de julio, el presidente Reynaldo Bignone se refirió a la solidaridad latinoamericana con Argentina y al énfasis que pondrá la cancillería en el futuro en las relaciones con Latinoamérica. El nombramiento como nuevo canciller de la República del embajador en Venezuela, Juan Aguirre Lanar¡, en reconocimiento a su labor en aquel país, que fue el que con mayor claridad expuso su apoyo a Buenos Aires, ha de interpretarse como símbolo de la opción latinoamericana actual de Argentina.Pero si la guerra de las Malvinas ha llevado a Argentina la solidaridad de América Latina, también ha despertado recelos en sus vecinos. Algunos Ejércitos de países fronterizos parecen haberse percatado de que, si bien las Fuerzas Armadas argentinas no eran lo suficientemente potentes para derrotar a Gran Bretaña, sí demostraron, por el contrario, disponer de potencial sobrado para eventuales conflictos regionales.

Los chilenos ya se habían quejado de la necesidad de sostener un abultado presupuesto militar, debido al mantenimiento del conflicto de Beagle. Después de la guerra de las Malvinas, se ha señalado que generales brasileños solicitaron al presidente Joáo Figuereido el reequipamiento de las Fuerzas Armadas de Brasil.

Aunque las fronteras entre Argentina y Brasil fueron refrendadas hace un siglo, los generales brasileños parecen creer que nada garantiza que no surja otro Galtieri. El territorio de Las Palmas, que abarca el Estado de Santa Catalina y parte de Río Grande do Sul y Paraná, fronterizo con la provincia argentina de Misiones, preocupa a los brasileños.

Esa región formó parte de la provincia argentina de Misiones, pero cuando España fue expulsada de Río Grande do Sul, en 1777, no pudo incluirla en el virreinato de Río de la Plata. Argentina la reclamó varias veces, pero la perdió cuando se sometió al arbitraje del presideate norteamericano Stephen Grover Cleveland, en 1895, y éste decidió el mejor derecho de Brasil. El Ejército brasileño tiene actualmente en la región su contingente más preparado, y estudia transferir a ella la quinta brigada de caballería blindada de Río.

Por otra parte, se sabe hoy que, más que el fracaso militar, fue el abrazo de Nicanor Costa Méndez a Fidel Castro, y la intervención del primero en la reunión de los No Alineados de La Habana, lo que precipitó la caída de Leopoldo Galtieri. Los negocios con Cuba, que eran importantes para Argentina, fueron interrumpidos por la actual Junta Militar cuando asumió el poder en 1976. Pero Cuba sigue siendo la llave de una cierta solidaridad latinoamericana, que en este caso tendría que ser contra los imperios.

Nuevo papel del Ejército

El Ejército restaña hoy sus heridas, y sobre todo estudia los fallos y las debilidades de la pasada guerra. Como revelara el hombre fuerte del régimen, general Cristino Nicolaides, el sábado pasado, se está pensando un nuevo papel para las Fuerzas Armadas: convertir al Ejército en profesional, modernizar el equipo de las tres Armas, potenciar la aviación, crear unidades especiales.

El almirante Castro Madero, presidente de la comisión nacional de energía atómica, ha anticipado que está en estudio incluso un proyecto de construcción de un submarino nuclear.

Sin embargo, la necesidad de solucionar el conflicto de las Malvinas, de nuevo por las armas si es necesario, las expectativas de un plan Marshall norteamericano para la economía argentina, que pueda reparar el decaído prestigio militar en el año y medio de ejercicio que se ha fijado el Gobierno de transición, y la garantía de estabilidad que supone el hecho de que, a pesar de todo, el argentino tiene garantizado su bife diario, puede hacer concebir más tarde al establishment militar la idea de que tiene espacio político para rato.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_