Israel prolongará por tres meses el servicio militar

En el momento en que el enviado norteamericano Philip Habib hacía saber a los israelíes que las discusiones con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) están a punto de culmi narse y que todo el problema se reduce ahora a una cuestión de logística -cómo y hacia dónde pueden ser evacuados de Beirut los 8.000 combatientes palestinos-, el general Rafael Eytan anunciaba que el servicio militar obligatorio en Israel se prolongará tres meses.El servicio en las filas del Ejército israelí dura tres años. ¿A quién van a servir estos tres meses suplementarios? Se comienza a comprender cuando se sabe que los jóvenes del reemplazo, en edades entre los dieciocho y los veintiún años, soportarán el grueso del esfuerzo de la guerra en Líbano, y que la prolongación del servicio militar afectará sobre todo a las unidades de primera línea y otros servicios esenciales del Ejército.

Primero, la guerra no ha acabado todavía, y el jefe del Estado Mayor del Ejército israelí espera, aparentemente, nuevos y serios golpes, bien sea contra la OLP, los sirios o ambos a la vez, si el alto el fuego se irompe. En este caso, vale más tener bajo el man do a soldados aguerridos que hayan superado sus pruebas.

Incluso si el alto el fuego se prolonga, la negociación política se anuncia larga y compleja. En estas condiciones, el Ejército israelí no abandonará sus posiciones en Líbano. Algunos expertos hablan en Israel de "al menos seis meses todavía". No se desmovilizará, antes de ese tiempo.

Finalmente, la economía israelí está seriariente afectada por la guerra. El costo de las operaciones sobrepasa ya los cálculos más pesimistas, pero más grave todavía es la casi paralización de los negocios, de la actividad industrial y, como consecuencia, de las exportaciones, por la movilización de decenas de millares de reservistas.

El Tesoro sufre aquí dos agujeros: se debe pagar un salario a las familias de los reservistas movilizados por un trabajo improductivo por excelencia y la ausencia de estos hombres de su puesto de trabaio habitual amenaza, si se prolonga, con afectar seriamente a la capacidad productiva de la economía israelí.

En resumidas cuentas, si la situación militar se estabiliza se podrá acelerar la desmovilización de los reservistas, a condición de poder contar con la presencia de soldados de reemplazo, retenidos sobre el terreno durante tres meses más. De todas formas, esto no es más que el comienzo, y el servicio obligatorio podrá ser prolongado todavía más si la negociación política -y consecuentemente, la presencia militar en Líbano- se eternizan.