La Liga Arabe busca fórmulas de apoyo a la OLP y a los libaneses

Una reunión extraordinaria de ministros de Exteriores de la Liga Arabe, abierta ayer en la capital tunecina, ha abogado por la adopción de medidas concretas de ayuda material al Gobierno libanés y a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP),Con un retraso de cerca de dos semanas, el consejo ministerial de la Liga Arabe ha logrado reunirse en Tunicia para preparar una cumbre de esa organización, destinada a ayudar a los palestinos. El secretario general de la Liga, Chedli Klibi, en un discurso de introducción, tras condenar la invasión israelí de Líbano, afirmó que ésta persigue tres objetivos esenciales: imponer la rendición o el suicidio de los palestinos, aplastar toda oposición de carácter nacionalista en Cisjordania y dictar la voluntad política israelí al Gobierno libanés.

'Tos árabes deben movilizar todos los medios apropiados para hacer frente al desafío de Israel y de Estados Unidos", agregó Klibi, quien expresó su esperanza acerca de la nueva óptica que podría tener, sobre los acontecimientos de Líbano, el nuevo secretario de Estado norteamericano, George Schultz, considerado como menos enemigo del mundo árabe que el general Haig.

Para el ministro argelino de Exteriores, Taleb Ibrahimi, la reunión de Tunicia debe permitir a los árabes distinguir quiénes son sus verdaderos amigos y quiénes se han puesto al lado de sus enemigos.

No obstante, los árabes continúan reacios a ponerse del lado de la OLP con todo su potencial político y financiero. El presidente tunecino, Habib Burguiba, en un gesto de una rara dignidad, lo ha denunciado en un mensaje, en el que subrayó que el drama que sufren libaneses y palestinos puede degenerar en una catástrofe sin precedentes.

Los medios palestinos en Argel no ocultan que, si se consumara el desastre para la OLP, ésta se vería obligada a emplear medidas de represalia, haciendo uso de todos sus recursos posibles y apelando a la solidaridad de otros movimientos revolucionarios. Estas medidas golpearían también a los regímenes árabes, a los que se considera cómplices indirectos de Israel y Estados Unidos,