Ultimatum israelí a los residentes en Beirut oeste
Oeste Israel lanzó ayer un ultimátum a la población de Beirut Oeste, cercada por el Ejército israelí y las milicias cristianas, invitándola a abandonar rápidamente la ciudad en previsión, probablemente, de una ofensiva israelí de gran envergadura contra la capital de Líbano.
En el segundo día del alto el fuego, que el emisario norteamericano para Oriente Próximo, Philip Habib, prometió el viernes "total y definitivo", aviones israelíes sobrevolaron Beirut a muy baja altitud, dejando caer miles de octavillas de color rosa en las que se recordaba "a la población" que "el Ejército de defensa de Israel no ha utilizado hasta ahora, en su guerra contra los terroristas, toda la fuerza de la que dispone para ahorrar vidas de civiles inocentes que no nos combaten"."A vosotros, que vivís en Beirut", agregaba el texto en árabe de la octavilla, "este alto el fuego os brinda la oportunidad de marcharos". "Salvad vuestras vidas y las de las personas que queréis". Dos itinerarios para salir de la ciudad eran propuestos a los 600.000 habitantes que aún permanecen en el sector occidental de Beirut.
El viernes pasado la radio estatal israelí en árabe lanzo vanos llamamientos a la población de Beirut para que "se alejase de las zonas donde se encuentran los terroristas". El asalto del Ejército israelí contra Sidón, la capital del sur de Líbano, fue también precedido del lanzamiento de octavillas en las que se daba un plazo de dos horas a la población para evacuar la ciudad. Sidón está actualmente destruida en un 50% y más de 2.000 civiles murieron durante los diez días de combate que costó al Ejército israelí conquistar la ciudad y los campamentos palestinos adyacentes.
Rechazo palestino
Los milicianos palestinos impidieron a numerosas personas coger las octavillas "enemigas". Minutos después del lanzamiento de las octavillas, miles de vehículos se dirigían, sin embargo, hacia las dos salidas de Beirut sugeridas por el Ejército israelí. Los corresponsales de la Prensa libanesa en el sur del país, bajo ocupación israelí, repiten desde hace tres días en sus crónicas que tropas frescas, enormes cantidades de armas y municiones y material hospitalario están siendo trasladadas hacia la zona del Norte, probablemente fiacia los alrededores de la capital, en la que unos 6.000 combatientes palestinos esperan, desde hace días el asalto final.La radio estatal israelí afirmó el sábado por la noche, citando fuentes cercanas a la jefatura del Gobierno hebreo, que el tiempo del que dispone el embajador estadounidense, Philip Habib, para encontrar "una salida diplomática" a la situación libanesa "está medido" y "si Habib no consigue nada por la vía diplomática, Israel se encargará de hacerlo con sus propios medios".
Horas antes de que Israel lanzase el ultimátum, "toda la dirección de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) rechazó las últimas propuestas norteamericanas", tendentes a evitar la batalla de Beirut entre fuerzas israelíes y palestinas, según reveló ayer Nayef Hawatmeh, secretario general del Frente Democrático para la Liberación de Palestina (FDLP), uno de los grupos que integran la central palestina, a seis periodistas europeos.
Plan de la OLP
Nayef Hawatmeh, de 48 años de edad, uno de los cuatro miembros de la delegación palestina encabezada por el líder de la OLP, Yasir Arafat, que negoció con las autoridades libanesas, declaró a los periodistas, entre los que se encontraba el enviado especial de EL PAIS, que el último plan no incluía nada nuevo y su aceptación significaría la liquidación de la resistencia.Las propuestas de Washington, comunicadas a la OLP en la noche del viernes al sábado a través de Arabia Saudí -el Comité de Salvación Nacional libanés que servía hasta ahora de intermediario no desempeña ningún papel desde la dimisión de uno de sus miembros-, prevé según Hawatmeh y fuentes europeas allegadas a la negociación: 1. La entrega de las armas de los combatientes al Ejército libanés a cambio de posibles garantías norteamericanas sobre su seguridad física. 2. Salvoconductos israelíes para que toda la dirección de la OLP abandone Líbano junto con aquellos palestinos que quieran acompañarles. 3. Reajuste de las líneas de defensa del Ejército hebreo.
El líder del FDLP, la facción más prosoviética y una de las más radicales de la resistencia palestina, precisó que OLP presentó al primer ministro libanés, Chafic Wazzan -antes de que este dimitiese-, un plan que proponía la retirada parcial del Ejército israelí y el reagrupamiento de las fuerzas palestinas en los campamentos del sur de Beirut, la redefinición del estatuto de los refugiados palestinos en Líbano y la reorganización de la presencia militar palestina en Líbano, que podría quedar reducida a una brigada integrada en el Ejército regular libanés como las que existen en numerosos países árabes, incluido Egipto, que mantiene relaciones diplomáticas con el Estado hebreo.
Hawatmeh, que desmintió rotundamente la existencia de divergencias en el seno de la OLP sobre su desarme parcial, descartó también, como lo afirman los negociadores norteamericanos, que la debilidad del Ejército regular libanés otorgue una excesiva autonomía a la brigada palestina. "Nuestra presencia armada en Líbano", dijo, estaría en conformidad con la soberanía libanesa, lo que significa que el Ejército libanés podrá ejercer su control sobre nuestros efectivos armados".
El máximo dirigente de la única formación de la OLP que se declara marxista concluyó la conversación expresando su "decepción por la postura de los regímenes árabes que permanecen de brazos cruzados ante el carácter salvaje de esta guerra que nos ha sido impuesta" y criticó a la URSS, "cuyas presiones diplomáticas tienen un efecto muy limitado por no decir inexistente". "Saldremos adelante, aunque, me temo, con enormes pérdidas".
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