Nacionalistas y comunistas intentarán que el Senado enmiende la ley de armonización

Las minorías nacionalistas y los comunistas están estudiando fórmulas capaces de conseguir que a su paso por el Senado la LOAPA sea modificada, aunque levemente, ya que ello significaría la devolución del proyecto al Congreso, cuando éste haya concluido su período de sesiones, por lo que la eventual aprobación definitiva de la ley se retrasaría por lo menos hasta septiembre. Frente a este intento, UCD y PSOE mantienen un pacto por el que la LOAPA no se variará ni siquiera en una coma en la Cámara alta.La tramitación de esta ley está constituyendo un auténtico pulso entre sus defensores y opositores para lograr o evitar, respectivamente, que la misma quede aprobada en el mes de julio y pueda entrar en vigor en los primeros días de agosto. Los dos partidos mayoritarios quieren evitar a toda costa que la LOAPA quede pendiente hasta septiembre, ya que cabe la posibilidad de que entonces sean disueltas las Cámaras, con lo que la ley podría quedar congelada en el revuelo electoral.

Las prisas de centristas y socialistas obedecen también a un intento de poner tiempo por medio entre la entrada en vigor de la ley y el inicio de la campaña de las próximas elecciones. En estas, con toda seguridad, la LOAPA va a ser utilizada por los nacionalistas como arma arrojadiza contra UCD y el PSOE, que nadie duda va a ser el que mayor desgaste puede sufrir en una próxima campaña electoral, a causa de su apoyo a esta ley.

La presunción de centristas y socialistas de que el Senado, también sobresaturado de temas pendientes, va a poder aprobar la LOAPA en julio y lo va a hacer sin cambiar una coma resulta cuando menos optimista. Con el calendario en la mano no parece fácil que el Senado pueda dar luz verde a la LOAPA en julio. Si ésta se aprueba el día 30 de junio en el Congreso, entraría en la Cámara alta en los primeros días de julio, y la cumplimentación de los trámites de publicación del texto, recepción de enmiendas, informe de ponencia y dictámen de comisión, retrasaran la entrada de la ley en pleno hasta final de mes.

Por otra parte, por dignidad y prestigio del propio Senado, que es la Cámara de representación territorial, podría haber senadores, incluso no nacionalistas, dispuestos a que una ley como la LOAPA no pase: sin pena ni gloria por la misma. En ese espíritu desean incidir nacionalistas y comunistas que pueden encontrar alguno senador ajeno a sus partidos dispuesto a presentar en el debate de la LOAPA una enmienda similar o idéntica a la que PSOE y UCID ofertaron el miércoles en el pleno del Congreso a los nacionalistas, que la rechazaron. Los dos partidos mayoritarios se verían en la tesitura de oponerse a una enmienda redactada por ellos mismos -en el Congreso-, que en el Senado sí sería aceptada a trámite por los nacionalistas.

Al referirse a este tema, Miguel Roca, de la Minoría Catalana, declaró ayer a EL PAIS: "Las prisas, la razón de urgencia mantenida hasta ahora por UCD y PSOE para aprobar la LOAPA y propiciar su inmediata entrada en vigor no tienen hoy ya razón de ser, por cuanto es prácticamente seguro que ésta no va a producirse si el Gobierno acepta la propuesta que nos hizo Felipe González o si el. propio Ejecutivo o nosostros presentamos un recurso previo de constitucionalidad".