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ARTISTAS ESPAÑOLES, EN EL ESTRENO DE LA ÓPERA 'SANSON Y DALILA'

Saint-Saëns, Lluis Pasqual y Victor Mature

Hoy se estrena en Madrid, dentro de la temporada de la Opera, el montaje que Lluis Pasqual ha hecho de Sansón y Dalila, de Saint-Saëns. Se trata de la primera ópera profesional de Pasqual, "aunque este género es mi vicio secreto, y he escuchado ópera un promedio de tres a cuatro horas diarias desde que tenía diez años". Ahora está en la treintena y tiene a sus espaldas una larga experiencia teatral en el Lliure de Barcelona, de donde también procede Fabiá Puigserver, autor de la escenografía y de los figurines del montaje. "Este trabajo es absolutamente apasionante", dice Pasqual, "y desde luego no habría sabido ni por dónde cogerlo de no tener el oficio del teatro, porque para la ópera se necesita todo el oficio del mundo; de todas formas te das cuenta de que tienes mucho que aprender, porque esto es distinto a todo, aquí cuentas con un director escondido, que es el autor, porque un dúo amoroso puede ser en Verdi muy alegre y en Saint-Saëns muy triste, y eso no puedes cambiarlo". Los principales intérpretes son Plácido Domingo y Alexandrina Milcheva, y el director musical Luis Antón García Navarro, sobre el que Pasqual dice que "lo que peor me sabe es no haber podido estudiar con él, previamente, la concepción de la obra, pero por suerte García Navarro y yo hemos coincidido en verla como un oratorio dramatizado, más que como una ópera teatral, y con Fabiá nos hemos planteado esto mismo, dando una uniformidad a los trajes y haciendo una escenografía que no tiene nada que ver con lo realista, porque Sansón y Dalila es muy difícil, cuando quieres hacer con esta obra algo concreto enseguida surge el fantasma de Cecil B. de Mille y se te aparece Victor Mature agazapado en una esquina". Con buen humor y cierta resignación, Lluis Pasqual concluye diciendo que la ópera "es el espectáculo más caro del mundo, y para hacerlo bien se necesita tiempo. En el extranjero los montajes llevan cuarenta días, al menos un mes. Y aquí... no te voy a decir el tiempo que he tenido porque es hasta ridículo, pero te puedo decir que es mínimo, mínimo, mínimo... Mejor dicho, por debajo de los mínimos que se pueden exigir".

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