El Gobierno no garantiza la equiparación con la banca
Duros ataques de las cajas de ahorro al déficit públicoEn la clausura de los tres días de asamblea general de cajas de ahorro, las peticiones de mayor libertad e igualdad de oportunidades respecto a la banca se mezclaron ayer en Madrid con duras palabras contra el déficit público. Ante los directores y presidentes de las ochenta cajas, el representante del Gobierno trató de tranquilizar sobre el déficit y eludió las promesas, al entender que los avances en la liberalización "no deben ser piruetas en el vacío".
Tras la lectura de conclusiones, Luis Coronel de Palma, director de la Confederación Española de Cajas (CECA), resumió el pronunciamiento de los asistentes sobre política económica, decidido especialmente después de conocer que el déficit público absorbe el 4% de la producción anual española y el 40% de la formación de ahorro de las familias. Culpó al fenómeno de ser a la vez motor de la reanimación de tensiones inflacionistas y amenaza de la vuelta a tensiones en los mercados financieros.
Coronel de Palma lamentó que "la política económica se decida, una vez más, a utilizar la disciplina monetaria, en lugar de controlar los gastos público?. Y exculpó al Gobernador del Banco de España, de quien dijo que "se ha quedado solo en la lucha contra la inflación".
Por su parte, el reelegido presidente de la CECA, José Joaquín Sancho Dronda, resaltó la inexistencia de estímulos al ahorro y reiteró la afirmación de mayor presencia en las sesiones: que las cajas han administrado bien la libertad conseguida -no ha habido hasta el momento una sola crisis- y ahora deben recibir más. Pero advirtió que no se puede mantener sin llegar a la asfixia" la escasa remuneración de dichas instituciones en un mercado cada vez más competitivo.
La banca ofrece hasta el 14% o 15% de interés y las cajas de ahorro no pueden pasar del 12%, porque la Administración que hoy les merma libertad obligó a invertir a largo plazo con tipos del 4% o 5%. Las conclusiones de las cuatro ponencias debatidas durante los tres días abundan en estos conceptos. Muy en síntesis, son: evitar que el déficit cercene ahorro e inversión; suprimir el trato diferencial con la banca respecto a coeficientes de inversión obligatoria, llevando a los Presupuestos del Estado las subvenciones encubiertas y acercando a precios de mercado los coeficientes técnicos impuestos por la política monetaria; vigilar y simplificar los alicientes y normativa para reactivar la vivienda, con extensión de los más eficaces; acceder a las posibilidades de la banca para captar en el exterior recursos convertibles, que supondrían liberar de la cuarta parte de los coeficientes a las cajas si estas llegaran al nivel de sus competidores (un tercio sobre recursos totales).
El subsecretario de Economía, José Enrique García Roméu, restó importancia a los coeficientes en la formación del tipo de interés y animó a reducir los costes de intermediación y gastos generales de las cajas.
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