_
_
_
_
_

Improbable apoyo de EE UU a España sobre Ceuta y Melilla

El reciente acuerdo suscrito en Washington la pasada semana entre Estados Unidos y Marruecos le proporciona a los americanos una magnífica base de operaciones para el despliegue de su recién creada Fuerza de Intervención Rápida (Rapid Deployment Joint Task Force) en caso de crisis en el Oriente Próximo o en Africa. Pero, al mismo tiempo, aumentan las dudas existentes sobre un eventual apoyo norteamerlicano a España en el caso de una intensificación de las reivindicaciones marroquíes sobre Ceuta y Mellilla. El acuerdo, que no fue hecho público para no herir las susceptibilidades marroquíes en un tema tan sensible en la opinión pública como es la concesión de instalaciones militares a Estados Unidos, llue firmado por el secretario de Estado, Alexander Haig, y el ministro de Asuntos Exteriores de Rabat, Mohammed Bucetta, el pasado 27 de mayo, pocos días después de la visita oficial realizada a la capital norteamericana por el rey Hassan II.Los términos del acuerdo no han sido revelados con detalle, pero, según informaciones filtradas en los medios de comunicación, Marruecos se compromete a permitir el aterrizaje y reabastecimiento de aviones militares norteamericanos en su territorio en el caso de un conflicto en Oriente Próximo o en algún lugar de Africa. Parece que los aviones militares norteamericanos podrán hacer uso de la parte internacional del aeropuerto Mohammed V de Casablanca, mientras se acondicionan las instalaciones de la base militar de Sidi Sliman, a 90 kilómetros al noreste de Rabat, y pára cuyo acondecimiento el ejecutivo va a solicitar al Congreso la cantidad de veinte millones de dólares (unos 2.000 millones de pesetas).

Los americanos conocen bien esas instalaciones, ya que antes de 1963 contaban con bases del Mando Aéreo Estratégico (SAC) en Nouasseur (Casablanca), Beni Sl¡man y Sidi Sliman, así como una base naval en Kenitra. El acuerdo suscrito en Washington tendrá una duración de seis años y será renovado automáticamente por períodos similares a menos que se produzca una denuncia por una de las partes con dos años de antelación. Aunque funcionarios norteamericanos han subrayado que Washington no facilitará ninguna ayuda económica o militar adicional a Marruecos por la utilización de estas facilidades, es obvio que Rabat espera un apoyo diplomático más decidido por parte de Washington en torno al tema del Sahara Occidental.

En caso de conflicto en Oriente Próximo, concretamente en la zona del Golfo, máxima preocupación en estos momentos de los estrategas de Washington, Estados Unidos podrá utilizar las instalaciones marroquíes para el aterrizaje y reabastecimiento de sus aviones asignados a la Fuerza de Intervención Rápida sin tener que preocuparse de una eventual negativa del Gobierno de Madrid en tomo a la utilización de las bases españolas. Lajes en las Azores y Sidi Sliman y Casablanca en Marruecos se convertirán en dos puntos de apoyo clave en caso de conflicto en el Oriente Próximo. Washington se ha dado cuenta de la imposibilidad de contar con bases permanentes en los países del Tercer Mundo, y toda su estrategia está basada en los momentos actuales en la consecunción de facilidades de uso temporal en los países que considera amigos en la zona y que van, desde Marruecos en el norte de Africa, a Egipto, Sudán, Somalia, Jordania y Omán, en Africa y el Oriente Próximo.

La Fuerza de Intervención Rápida, cuyo cuartel general está instalado en Tampa (Florida), cuenta con unos efectivos cercanos a los 230.000 hombres de los cuatro servicios armados -Ejército, Aire, Marina e Infantería de Marina-. Unos 6.500 hombres de esas fuerzas intervinieron a finales del año pasado en unas maniobras militares, conocidas como Bright Star 82, en territorio de Egipto, Sudán, Somalia y Omán, con la cooperación de los Gobiernos de esos países.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_