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Gente

Camilo José Cela

ha recibido el nombramiento de hijo adoptivo de Torremejía, localidad extremeña que le dedicó el sábado un caluroso recibimiento y donde el escritor descubrió una placa en la calle que a partir de ahora llevará su nombre.El escritor gallego, que iba acompañado de su esposa y algunos familiares, recorrió las calles del pequeño pueblo de Badajoz entre los aplausos de los vecinos hasta llegar al Ayuntamiento, donde, desde el balcón, el alcalde leyó el acuerdo corporativo que nombra a Camilo José Cela hijo adoptivo de Torremejía. Los méritos contraídos por el escritor y señalados en la moción son los de haber situado en esta localidad la acción de la famosísima novela La familia de Pascual Duarte.

Después de los actos protocolarios, Cela, sentado en una mesa cubierta con una manta, se dirigió al público, dando muestras de su proverbial buen humor, en una sabrosa conferencia que entusiasmó a todos.

Cela recordó el tiempo que pasó en Torremejía como componente de una tropa durante la guerra civil. "En aquella expedición", dijo, "iba un artillero de segunda habilitado para cabo delgadito, sentimental y digamos que ligeramente tísico, que es quien tiene el honor hoy de hablar ante vosotros". Evocó algunas anécdotas que vivió en el breve tiempo de estancia en Torremejía y que le servirían posteriormente para tejer su famosa novela La familia de Pascual Duarte.

"En La familia de Pascual Duarte quise rendir dos homenajes, uno, a un hombre acosado por las circunstancias, que no era malo, pero lo hicieron, y sobre el que la sociedad se vengó, quizá ensañándose excesivamente con su nombre. El otro, dedicado a esta tierra, por entonces -hoy confío en que menos- dura, inclemente y azotada, en que unos hombres y unas mujeres se apegaban a la vida y a la tierra para subsistir con una fe infinita en el futuro.

Acabada la contienda civil, se puso a escribir su novela ambientada en este pueblo extremeño, y comentó las vicisitudes que hubo de pasar hasta lograr publicarla. "Hubo un editor que me dijo: 'Usted todavía es joven y puede cambiar de oficio', y otro que preveía una venta de diez ejemplares de la novela". Cuarenta años después de haber escrito su novela, Cela ha paseado por 106, ediciones diferentes, en más de treinta lenguas distintas, el nombre de Torremejía. "Ahora acabo de firmar en Jerusalén un contrato para la publicación de la novela en la trigésima lengua a la que va a ser traducida, pero Torremejía conservará su plena significación, porque no tiene traduccíón al hebreo".

Comentó Cela que el primer sorprendido del éxito de la novela había sido él, que al año siguiente de su aparición era ya traducida al italiano y al inglés. "Pero lo que no sospeché jamás, ni hace cerca de medio siglo, es este instante, que es el más glorioso para mí de toda la ya larga vida de la novela".

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