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Comenzó la invasión británica de las Malvinas

Buenos Aires asegura haber dañado cinco barcos de la Royal Navy en la 'batalla de San Carlos'

La diplomacia dejó ayer finalmente lugar a las armas en el conflicto del Atlántico Sur. Sólo unas horas después de que el ministro de Relaciones Exteriores argentino, Nicanor Costa Méndez, declarase que "la guerra no es inevitable", la flota expedicionaria británica desencadenaba una ofensiva contra las islas Malvinas y a media tarde de ayer continuaban librándose duros combates en el archipiélago.

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Estos enfrentamientos entre fuerzas argentinas y británicas son los de mayor envergadura desde los registrados el pasado 1 de mayo y tienen por escenario principal Puerto San Carlos, al noroeste de la isla Soledad, la más oriental de las Malvinas.De acuerdo con un comunicado del Estado Mayor Conjunto argentino, el intento de desembarco comenzó poco antes de las 9,00 de la mañana, hora local, y estuvo apoyado por tres buques de guerra ingleses que penetraron en la bahía de Puerto San Carlos y un cuarto que permaneció en el norte del estrecho del mismo nombre que separa las dos principales islas.

Un portavoz militar indicó que "la ofensiva colonialista" estaba siendo resistida "con bastante éxito" por parte de los defensores de las islas. Un contrataque de la aviación argentina se anunció oficialmente tres horas después de iniciada la denominada batalla de San Carlos. Dos fragatas británicas habrían resultado "seriamente dañadas" en esta contraofensiva y otros dos barcos estarían "virtualmente cercados y a merced de la aviación argentina en el estrecho de San Carlos", según fuentes no oficiales.

Los dos portaeronaves de la flota inglesa fueron detectados a unas 100 millas naúticas de la isla Soledad, según esas mismas fuentes, que aseguraron también que un cazabombardero Harrier había sido derribado por la defensa antiaérea y su piloto hecho prisionero. Más tarde, un comunicado oficial confirmó que el aparato británico había sido abatido, pero no dió detalles sobre la suerte corrida por el piloto.

Las fuerzas argentinas controlaban completamente el estrecho de San Carlos, se aseguraba ayer en Buenos Aires, y las comunicaciones entre las islas y el continente eran normales, con excepción de un período de media hora, poco antes de iniciarse el ataque inglés, en que estuvieron cortadas sin que se detallasen las causas.

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La emisora Radio Rivadavia consiguio mantener contacto radiofónico con uno de los capellanes de las islas, el padre Fernández, quien no comentó sobre el desarrollo de los acontecimientos bélicos y se limitó a pedir calma a los familiares de los soldados destinados en las islas y oraciones a la Virgen del Rosario, "para que nos de la victoria".

Otras informaciones no confirmadas hablaban de un intento de desembarco con helicópteros en la zona de Puerto Darwin, al oeste de la isla Soledad, que habría sido rechazado por los defensores. El mal tiempo reinante y el estado del mar, con olas de hasta 5 metros, dificultaba las operaciones bélicas y especialmente un desembarco con lanchas en la costa malvinense. Mientras continuaban las operaciones militares en el archipiélago, no estaba clara la intención de los atacantes y si en algunos medios se consideraba que la ofensiva era un intento de establecer una cabeza de puente sólida, en vísperas de la convocatoria urgente del Consejo de Seguridad de la ONU, en otros círculos se creía que los ingleses van a emplear una táctica guerrillera, con "desembarcos limitados" y ataques rápidos de comandos destinados a destruir comunicaciones y abastecimientos de los defensores y a minar su moral.

La proximidad del "general invierno" en el Atlántico Sur y el hecho de que las tropas expedicionarias lleven ya muchas semanas embarcadas, navegando por mares turbulentos, habrían contribuído también a esta decisión de lanzar la ofensiva de ayer, estiman los expertos. Nicanor Costa Méndez había expuesto el jueves por la noche (madrugada del viernes en Madrid) la postura argentina en una rueda de prensa que fue televisada en directo a todo el país. El Ministro de Relaciones Exteriores criticó duramente a Margaret Thatcher, a quien calificó como la señora no" y dijo que la posición británica en las fallidas negociaciones había sido "intransigente colonialista y reaccionaria".

Costa Méndez expuso las con cesiones hechas por Argentina que, en líneas generales son las siguientes:

1. Admite una administración exclusiva de la ONU mientras se trata el tema de la soberanía. 2 También admite que el administrador de la ONU cuente con asesores británicos, argentinos y re presentantes de los isleños. 3. Argentina no admite, sin embargo, la reinstalación de las instituciones coloniales británicas. 4. Acepta que junto a la bandera de la ONU se izen en las islas las banderas argentina y británica.

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