El Mundial de Fútbol impone un compás de espera a los preparativos de la visita papal

"Cada vez lo mismo, pero como una bomba expansiva", decía Antonio Montero, el portavoz de los obispos españoles, refiriéndose a la falta de precisiones en torno al viaje del Papa a España. La conferencia de Prensa tenía lugar en la nueva sede de la Conferencia Espiscopal, calle de Anostro, que pronto se llamará de Juan Pablo II.Durante tres días la Comisión Permanente se ha reunido para intercambiar informaciones sobre el viaje del Papa, debatir asuntos pastorales y tratar el proyecto de universidad católica. La idea de una gran universidad católica española parece encaminarse -siempre a la espera de lo que puedan dar de sí para la Iglesia futuras leyes y decretos sobre autonomías universitarias- hacia la ampliación de la actual Universidad de Salamanca, incorporándole una decena de nuevas faculta des de disciplinas civiles, que bien pueden ser los centros universitarios católicos del CEU.

La discreción de los obispos sobre el viaje del Papa se explica porque, tras su proyecto de viaje, compete ahora al Vaticano decir la última y oficial palabra. También influye el hecho de que por ahora la opinión pública está embebida con el Mundial de Fútbol, cuya infraestructura de medios de comunicación y orden público será del mayor interés y uso en el susodicho viaje. La ofensiva informativa y organizativa será a la vuelta de vacaciones, en septiembre.

A falta de noticias oficiales, abundan las oficiosas. Se dice que el sucesor de Bueno Monreal en la diócesis de Sevilla bien puede ser el obispo franciscano de Tánger; que Fernando Sebastián, obispo de León, puede ser el próximo secretario general de la Conferencia Episcopal; que los responsables madrileños de la estancia del Papa en Madrid prefieren el hipódromo de la Zarzuela al aeropuerto de Cuatro Vientos. Por el hipódromo anduvieron, interesándose sobre todo en saber si la enfermería estaba bien dotada.

La comisión episcopal de medios de comunicación ha publicado un documento de solidaridad con la tercera edad, tema del día de los medios de comunicación. También ha concedido los Premios Bravo 1982 a destacados profesionales de Prensa, radio, cine; televisión y disco. Afortunados han sido, entre otros, Tarancón, por su buena disposición para con la Prensa, y Alfonso Eduardo, por su labor cinematográfica.