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Almería, un dominio de UCD que gira a la izquierda

El despegue económico que ha supuesto la revolución de su agricultura, gracias a la producción de los cultivos tempranos en invernaderos, que le han llevado a ser considerada la "despensa hortofrutícola de Europa" y a elevar su renta per cápita a los primeros lugares de la región, y la peculiar evolución del proceso político vivido en la provincia desde 1977, con una UCD que ve tambalearse, según vaticinan los sondeos electorales, la hegemonía lograda entonces, han convertido a Almería en uno de los centros de máximo interés y la incógnita de la Andalucía que el próximo domingo inicia su andadura autonómica.

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La provincia en cifras

ENVIADO ESPECIALAsentada en una provincia con cuatro comarcas deprimidas -una de ellas un buen trozo de desierto-, con solo el 30% de su tierra cultivable y bastante bien repartida, y un bajo nivel de industrialización, la población almeriense ha observado desde las primeras, elecciones legislativas un comportamiento de voto netamente moderado y una creciente tendencia a la indiferencia política, que se ha concretado en las últimas consultas, si a las cifras nos atenemos, en uno de los más altos índices de abstención y el más bajo nivel de conciencia autonómica entre las provincias andaluzas.

Considerada, incluso por muchos almerienses, como la provincia andaluza más mediterránea, con un eje natural con Murcia y Alicante, que son a la postre las provincias que comercializan la mayor parte de su mayor riqueza, los productos hortofrutícolas, cultivados en más de 7.000 hectáreas de invernadero de su litoral, la estructura social de Almería es bastante simple. Más del 50% de la población es agrícola. Es la provincia andaluza con menor nivel de desempleo, la única que no registra paro agrícola y la que más pequeños propietaríos tiene entre la población del campo, qúe apenas si conoce lo que es el latifundio.

Tierra repartida

Baste reseñar que en la actualidad cerca de 18.000 trabajadores agrícolas por cuenta propia poseen parcelas de tierra en la franja costera de Ainiería, en las comarcas de Dalías y Níjar, que supone sólo el 5% del terreno cultivable, pero cuya producción es la príncipal fuente de riqueza de la provincia.

La escasa industrialización de Almería explica la reducida poblacíón obrera, empleada especialmente en la construcción un sector fuerte- y en algunas pequeñas industrias situadas en el cinturón de capital y en las comarcas costeras citadas, en las que el PSOE tiene una gran implantación. La población obrera empleada en las minas de hierro de Serón, Bacares y Bédar y las canteras de Macael se difumina en las comarcas más deprimidas del norte de la provincia, que siempre han votado a UCD.

La capital, como reconocen los propios almerienses, "es una cítidad de funcionarios y profesionales". La suma de estos últimos y de la población trabajadora que habita sus barrios explicaría el triunfo en la misma del PSOE en las segundas elecciones legislativas.

Sin embargo, el 15 de junio de 1977 el 50% de la población de Almería votó UCD y convirtió la provincia en el feudo por excelencia del centrismo en Andalucía. El pañido del Gobierno dominó ampliamente en las ocho comarcas de la provincia y en la propia capital. Un PSOE débil de estructura y sin apenas cuadros logró sumar el 27% de los votosemitidos.

El gobernador manda

Aquel rotundo triunfo, jamás igualado por UCD en ninguna de las provincias andaluzas, estaba fundamentado en la capitalización del voto-útil-con-rostro-de-Adolfo Suárez, y muy especialmente en la importante labor desarrollada en la sombra por el gobernador civil, José M. Bances Alvarez, el hombre que controla hoy la UCD de Almería y una de las figuras más influyentes, si no la que más, de la provincia. Su poder no pasa desapercibido en Almería.

Letrado sindical, conocedor de la estructura administrativa franquista desde el sindicato vertical, es hombre de confianza de Martín Villa, que recientemente, y dentro de la campaña electoral, dedicó a Almería un fin de semana, que despidió con una conferencia de Prensa en el gobierno civil. Los apoyos con que desde el Gobierno cuenta José M. Bances le han pprmitido resistir, inalterable, los sucesivos cambios ministeriales y las crisis internas de la UCD nacional y provincial.

Su figura provoca en Almería una fuerte controversia. Frente a la imagen pública de tecnócrata eficiente que ha realizado una buena labor de gestión, se ha pateado la provincia, pueblo por pueblo y "ha traído muchas cosas para Almería", responde la izquierda almeriense, que le considera un hombre "muy de derechas que podría estar en AP", que controla y domina gran parte de los ayunta mientos de las zonas más deprimi das, que votan a UCD, con la administración de los dineros para el empleo comunitario. UGT y CC OO le han denunciado varias veces en este, sentido, y han llega do a pedir su dimisión por considerar que el reparto de estos fondos lo realiza sobre el mapa electoral de UCD en la provincia.

El continuado apoyo del Gobierno a esta provincia desde 1977 por vía de subvenciones ha tenido en el gobernador a su mejor gestor y capítalizador. Con todo, cabe decir que hasta sus detractores le consideran el hombre de más talento y capacidad organizativa de la UCD de Almería.

Sin embargo, el poder fáctico del gobernador dentro de la UCD de Almería había quedado en principio difuminado por las figuras de Juan Antonio Gómez, Angulo y Francisco Soler Valero, que oficialmente fueron quienes, antes de las elecciones de 1977, constituyeron el partido en aquella provincia y se situaron en cabeza de la lista de candidatos al Congreso. Era una UCD que va a ser considerada como la más conservadora de Andalucía.

El primeíb de ellos, ingeniero de minas y presidente de la empresa nacional Adaro -por lo que se le vincula con Leopoldo Calvo Sotelo-, fue en 1971 procurador en Cortes de representación familiar. Con su etiqueta de democristiano, llegó a la provincia "con poderes de Madrid" y en breve espacio de tiempo borró del mapa a varias personas ligadas al partido de Areilza, entre ellas José María Artero y José Fernández Revuelta, moderado y autonomista, hoy presidente de la Diputación de Almería.

En su gestión fue respaldado por Francisco Soler Valero, técnico de la administración jurídica, que había sido director económico-administrativo de Prensa y Radio del Movimiento, que se organizó con los incipientes grupos socialdemócratas de Francisco Fernández Ordófiez. En la lista de candidatos al Congreso situaron ambos a un abogado liberal de Alrnería, José Bernal. Los tres resultaran elegidos. Este último será el único que mantenga posteriormente una actividad permanente en la provincia. En las legislativas de marzo de 1979 fue sustituido por Alfonso Soler Turmo, director general de la Marina mercante, un suarista integrador de las corrientes del partido en Almería.

Gómez Angulo y Soler Valero mantuvieron el control, oficialmente, de la UCD de Almería gracias a los buenos oficios y la influencía del gobernador Bances Alvarez cuando los senadores Ramón Ponce y Juan Manuel Torres Rollón iniciaron en la primavera de 1979 una campaña contra aquéllos, con el deseo de hacerse con el control del partido en la provincia. Ramón Ponce, un pequeño empresario, presidente del

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sector del metal, que procedía del sindicato vertical, se consideraba el hombre que había logrado reurnir una militancia cifrada en 6.000 personas y creía justo que se le nombrara secretario general. Pretendía así descabalgar de la dirección del centrismo almeriense a Gómez Angulo, del que criticaba la residencia permanente en Madrid y su alejamiento de las bases que aceptaron la democracia, a las que él aseguraba representar.Y lo demostró cuando logró reunir en Almería a una asamblea de setecientos delegados que, pese a las presiones del gobernador y del aparato estatal, le eligió para el cargo. La asamblea fue declarada ,legal y se celebró una nueva en la que Ponce y Torres Rollón fueron derrotados. Ambos abandonaron loss escaños en el Senado provocando la celebración de las elecciones parciales de noviembre de 1981.

Pero Gómez Angulo y Soler Valero conocerán también en propia carne del poder y el respaldo oficial del gobernador Bances, cuando ambos, en la plataforma de críticos, piden su dimisión. El primero se echará atrás, pero Soler Vatero, será relegado y posteriormente pasará a Alianza Popular. El nuevo presidente de la UCD de Almería será desde entonces Fausto Romero, candidato más votado en las elecciones municipales, en las que el partido del Gobierno se hizo con 62 de los 102 ayuntamientos de la provincia, y el PSOE, con veintiuno. Un hombre bueno puente entre los sectores de Gómez Angulo y Ponce.

El declive centrista

Pese a sus triunfos en las elecciones legislativas y en las municipales de 1979 -en las que obtuvo el 44% y el 42% de los votos emitidos-, la hegemonía de UCD en Almería empieza a tambalearse precisamente en las elecciones parciales de noviembre de 1980, en las que resulta estrepitosamente derrotada por el PSOE, que con algo más de un 40% de los votos emitidos obtiene los dos escaños del Senado en juego. La impresión generalizada de la clase política almeriense es que en aquella ocasión se movilizó la izquierda y no votó el electorado de derecha, acaso fatigado por una campaña electoral centrista basada en la promesa de "lluvia de millones y ayudas para la provincia".

En los mismos medios políticos se considera que otras causas de la derrota habrían sido la imagen de disputa permanente en su seno, la falta de un trabajo continuo sobre el electorado, el alejamiento de sus diputados de la base del partido y el papel desempeñado por UCD en el 28-F, logrando convertir a Almería en la única provincia que no llegó ál 50% de los votos necesarios para conducir el Estatuto andaluz por la vía del artículo 151. Cuando entre la clase política de Almería se suscita este tema de conversación, hay unanimidad en afirmar que la provincia votó que sí, y ello se hubiera reflejado en las cifras si el censo no hubiera estado "inflado" en más de un 10%. "Aquí votaron hasta los muertos", repiten.

El PSOE 'cierra filas'

No perdonan tampoco muchos almerienses el "desembarco" de ministros que se produjo en las fechas anteriores al 28-F para vender el "no" y los polémicos comentarios públicos de Gómez Angulo proponiendo abiertamente la segregación de Almería de Andalucía y su vinculación con la provincia autónoma de Murcia, en sintonía con la fórmula defendida por Ricardo de la Cierva.

La euforia que se vive en el seno del PSOE de Almería con respecto a una repetición el 23-M de los resultados de las elecciones parciales de 1980 es compartida en forma bastante generalizada a nivel de calle, en la que se da como prácticamente seguro que UCD va a perder su hegemonía provincial. Desde luego, queda claro que el PSOE, más organizado, con un trabajo serio en los dos últimos años, y en un nivel ascendente con respecto a 1977, ha logrado que el voto en Almería, como sucede en el resto de Andalucía, quede claramente bipolarizado.

Entre los diputados de esta provincia figura el único parlamentario gitano, Juan de Dios Ramírez, lo cual no es mal cartel en esta provincia.

Hace aproximadamente dos años nació en el seno del partido una corriente de profesionales e intelectuales que, con el apoyo del aparato estatal, acabó por socavar el peso del sector que controlaba Navarro Esteban, quien decidió abandonar la gestión del partido para dedicarse plenamente al ejercicio de la carrera judicial en San Sebastián, desde donde sigue influyendo en los sectores que en su día le eran próximos.

La división en el seno del PSOE se mantiene aún hoy, pese a que de cara a las elecciones al Parlamento andaluz se han cerrado filas y se ha confeccionado una candidatura integradora. En la misma, junto a abogados, trabajadores y técnicos, aparece en cabeza el actual alcalde de Almería, Santiago Martín Cabrejas, hombre fuerte del PSOE en la provincia, con buena imagen, capacidad de trabajo y respaldo del comité federal. En la lista ha situado tras de sí a José Salazar, un ingeniero agrónomo capaz y con prestigio, y a Manuel Ruiz, ingeniero de minas, cuñado de Rafael Escuredo.

El Partido Comunista de Almería, que había logrado afianzarse como la tercera fuerza política provincial tras las legislativas y las municipales de 1979 -7% y 8% de los votos emitidos, respectivamente-, afronta estas elecciones regionales con una crisis de identidad, entre otras razones por el alejamiento del partido de hombres como José Guerrero, Pedro Molina y Antonio Serrano, con experiencia y dominio del aparato en la provincia. Con pocos medios ha afrontado una campaña destinada a asegurarse el voto de su electorado, bien localizado en el cinturón urbano de Almería y en municipios industriales.

El 23-M puede despejar las dudas sobre el peso real que tiene en Almería el PSA, que ha logrado mantener sus niveles de apoyo en las urnas entre el 3% y 4% y se vio convertido en la tercera fuerza en las elecciones parciales de noviembre de 1980.

La incógnita es AP

El tercer partido no mayoritario en discordia es Alianza Popular. De ser la tercera fuerza el 15 de junio de 1977 -7,8% de los votos emitidos-, pasó a ocupar la cuarta plaza el 1-M de 1979 y la quinta en las parciales de 1980. Acaso influenciados por la intensa campaña que Manuel Fraga está realizando en Andalucía, un sector de la clase política de Almería cree que es precisamente AP la clave de las elecciones en la provincia.

El apoyo de los empresarios almerienses a AP y UCD es evidente en la campaña electoral de Almería. Escaso, algo diseminado y sin un peso específico, el empresa riado de Almería, fundamentalmente inmerso en el sector de la construcción, se concentra en Asempal. Aunque la cúpula de la asociación está claramente influenciada por la política electoral de la CEOE, algunos de sus miembros no verían mal un triunfo del PSOE.

Mayor peso sobre la actividad política y económica de Almería tienen las dos entidades de crédito provinciales: la Caja Rural y la Caja de Ahorros. Detrás de esta última, con un pasivo de 19.175 millones de pesetas, aparece la Iglesia, representada por el obispo de Almería, quien, según el legado original, debe ostentar la presidencia. En la actualidad este cargo, no ejecutivo, está delegado en Guillermo Verdejo, un doctor en farmacia.

La actividad de esta entidad se ha centrado fundamentalmente en el sector de la construcción, aunque sin olvidar al sector primario, en el que tiene un. gran predicamento la Caja Rural, que ha registrado un claro despegue en los últimos cinco años. La clave está en su orientación hacia los miles de pequeños propietarios de parcelas con invernaderos que en las comarcas de Dalías y Nijar se dedican al cultivo de productos extratempranos (hortalizas y frutas), a los que ha facilitado préstamos con los mínimos avales precisos.

La 'despensa' de Europa

Un total de dieciocho bancos y entidades de ahorro han aterrizado en la comarca de Dalías, en la que en los últimos diez años 17.000 familias almerienses han convertido el 5% de la tierra cultivable de la proviricia en la despensa hortofrutícola de Europa y en la principal fuente de riqueza de la provincia, hasta el punto de elevar su renta per cápita desde el puesto 49 entre las provincias españolas, que ocupaba en 1955, al 34 en que se sitúa hoy.

Sobre la importancia de los cultivos extratempranos o "de primor" existentes en más de 7.000 hectáreas de invernadero -el 70% del total de España), que se,extienden bajo una descomunal mancha de plástico situada en la comarca de Dalías, los datos son contundentes. Según fuentes de la Delegación de Agricultura de Almería, la producción de tomates en 1981 ha sido de 343.765 toneladas -el 60% de la producción española- y se traduce en 10.000 millones de pesetas; la de pimiento, con 120.000 toneladas, que suponen 5.280 millones de pesetas, y la de judía verde, de 50.000 toneladas, por un valor de 4.800 millones. El cultivo de estos tres productos, los más importantes pero no los únicos, suponen cerca de las tres cuartas partes de la valoración total de la producción agraria, ganadera y forestal de la provincia, evaluada en 43.000 millones de pesetas.

Aunque se ha calculado que un pequeño propietario de una parcela de una hectárea de invernadero en Dalías puede lograr una renta anual de dos millones y medio, lo cierto es que la inversión para su puesta a punto es muy alta, ya que han de importar los materiales, la tecnología, abonos y semillas. Una hectárea de terreno lista para producir viene a costar cinco millones de pesetas, en tanto que en los países fríos la cifra se sitúa en cincuenta millones.

Por ello la comarca de Dalías empieza a comprender la necesidad de participar en el conjunto del sector productivo, comercial e industrial de la riqueza de sus tierras. Así, en el centro neurálgico de la zona, El Ejido, se han comenzado a instalar pequeñas empresas de materiales plásticos, alambres, embalados y abonos. El Ejido puede ser comparado al mítico "El Dorado" de las películas de vaqueros. En veinte años ha pasado de una población de 4.000habitantes a 33.000. Todos los bancos regionales y nacionales tienen allí sucursales, y los precios se han disparado. Un piso de 106 metros cuadrados se vende por más de tres millones de pesetas, y el metro cuadrado de local comercial se ha puesto en 72.000 pesetas. Es la cara rica de una provincia pobre, con cuatro comarcas deprimidas, un déficit del 70% de alcantarillado, del 30% en electrificación y abastecimiento de aguas, y una escasa y pésima infraestructura vial, que la convierte en el territorio peor comunicado de Andalucía.

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