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Sombrías perspectivas para la paz, según el Instituto de Estudios Estratégicos

Una guerra nuclear limitada es muy poco probable, pero la multiplicación de los puntos de fricción "arroja sombras sobre las perspectivas de paz mas allá de 1982", opina el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IIEE) en su informe anual sobre el Balance estratégico 1981-1982, publicado hoy, miércoles, en Londres.El instituto, organismo privado con sede en Londres, asegura en su informe que "una guerra nuclear limitada, aunque no está completamente descartada, sigue siendo muy improbable" porque tal conflicto no podría ser controlado y desembocaría en una guerra nuclear total.

"La capacidad técnica para controlar una guerra nuclear limitada depende del sistema de mando ( ... ) y de información, que probablemente no resistiría a un intercambio nuclear", afirma el IIEE.

"Ante la decisión de recurrir al armamento nuclear, cualquier jefe de Estado soviético o norteamericano tiene que tomar en consideración que actuar así equivaldría a perder el control de los acontecimientos y originaría probablemente una destrucción mutua".

Este Balance estratégico 1981-1982 pone de relieve las grandes tendencias del último año en esta materia y -completa el documento sobre el Equilibrio estratégico (Military Balance), también publicado anualmente por el IIEE.

Aspectos positivos

Entre los puntos positivos, el HEE destaca "que no hay todavía indicaciones que permitan pensar que la disuasión nuclear, principal, fundamento de la seguridad Este-Oeste, haya dejado de ser eficaz y de desalentar un conflicto directo entre la URSS y Estados Unidos y sus aliados respectivos".El instituto recalca, en cambio, cuatro puntos que pueden amenazar la seguridad. El primero es la actual crisis polaca, "que pone una vez más de relieve la actitud suscitada por el control soviético sobre Europa del Este y el peligro inherente que representa para la seguridad europea, a menos que cambie la naturaleza de este control".

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Oriente Próximo, donde las "potencialidades de los conflictos se incrementan", es el segundo punto. Además de la guerra irano-iraquí, el instituto señala la aparente política de hechos consumados de Israel.

El tercer punto es el prolongado embargo de las relaciones Este-Oeste desde que finalizó la distensión y el hecho de que "los procedimientos para una gestión eficaz de la crisis siguen estando absolutamente subdesarrollados".

El cuarto punto son las dificultades económicas que afectan sobre todo al Tercer Mundo, pero "también pueden afectar rápidamente a la seguridad y estabilidad de los países desarrollados".

La prolongada guerra de Afganistán, señala el instituto, disuadirá probablemente a la Unión Soviética a lanzarse de nuevo "a operaciones oportunistas" en el Tercer Mundo.

El IIEE también expresa su preocupación por las malas relaciones entre Estados Unidos y sus aliados de la OTAN a causa del "escepticismo creciente de Estados Unidos a propósito de su colaboración con los aliados" y de "la nostalgia europea" de una tercera fuerza entre las dos superpotencias.

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