Weinberger discute en Bruselas las modalidades del apoyo norteamenicano al Reino Unido

El secretario de Defensa norteamericano, Caspar Weinberger, y su colega británico, John Nott, se entrevistarán hoy en Bruselas para estudiar los distintos aspectos de apoyo logístico que Washington puede prestar a Londres en el conflicto de las Malvinas.

Caspar Weinberger, a su llegada a la capital belga, donde asistirá a una reunión del Comité de Planes de Defensa de la OTAN, afirmó que el sostén de Estados Unidos al Reino Unido era total. La Alianza Atlántica, por su parte, no se muestra tan firme.Los once países miembros del eurogrupo (todos salvo Estados Unidos, Canadá, Francia e Islandia) prepararon ayer un comunicado oficial en el que se limitarían a expresar su apoyo a la resolución 502 de las Naciones Unidas y a reiterar su condena de Argentina como agresora. Una declaración correcta desde el punto de vista de Londres, pero también algo platónica.

El comunicado no será hecho público hasta hoy, porque el ministro británico no pudo asistir a la reunión del eurogrupo y los once prefirieron conocer su opinión personal y expresarle al mismo tiempo el sentimiento de sus respectivos Gobiernos de -que el conflicto de las Malvinas debe encontrar cuanto antes una solución pacífica.

Ayuda para el traslado de tropas

Según algunos observadores, que conceden gran importancia a la entrevista Weinberger-Nott, el ministro británico podría pedir a Estados Unidos ayuda para el traslado de tropas y equipos de paracaidistas, dos elementos necesarios para encarar un posible desembarco en las islas.

Al parecer, uno de los principales problemas con que tropieza el Reino Unido es la falta de bases de aprovisionamiento en las proximidades del archipiélago austral y de aviones de transporte de largo alcance.

Sus Hércules C-130, los mismos que protagonizaron la Operación Entebbe, no tienen suficiente autonomia, aunque despeguen de la isla de la Ascensión, para llegar a las Malvinas y regresar.

Los únicos aviones con un radio de acción suficiente, parecen ser dos modelos norteamericanos, el Galaxy y el Starlifter. Esta podría ser, siempre según fuentes oficiosos, uno de los objetivos de Londres.

John Nott podría solicitar también a Caspar Weinberger un fluido abastecimiento de petróleo y derivados. Además del enorme gasto de carburante que supone mover la flota, algunas fuentes militares señalan que, dadas las características del mar en el Atlántico Sur, los buques de la Royal Navy están obligados a utilizar también el carburante como lastre para guardar un centro de gravedad conveniente.