Una guerra de incalculables consecuencias por un punado de islas

Argentina y el Reino Unido se disponían ayer a librar una guerra de incalculables consecuencias en las gélidas aguas del Atlántico sur por la soberanía sobre un puñado de islas desérticas e inhóspitas, de menos de 15.000 kilómetros cuadrados de superficie, potencialmente ricas en pesca, minerales y petróleo, y donde habitan menos de 2.000 personas y algunos cientos de miles de ovejas. Las hostilidades podrían comenzar en cualquier momento, una vez que la flota expedicionaria inglesa inició ayer su bloqueo aeronaval a las islas Malvinas y el Gobierno argentino declaró que todos los barcos o aviones británicos, militares y civiles, que entren dentro de las aguas territoriales o del espacio aéreo argentino serán considerados "hostiles" y "tratados en consecuencia".Si estalla la guerra de las Malvinas, los dos contendientes emplearán sofisticado material bélico, que en muchos casos no ha sido utilizado nunca hasta ahora en combate. El carácter de los enfrentarnientos dependerá de la estrategia británica, que puede optar por mantener el bloqueo del archipiélago o por intentar un desembarco en él. En cualquier caso, nadie duda que, a diferencia de lo ocurrido el pasado domingo en las islas Georgias del Sur, un choque armado en estos momentos acarreará una inmediata generalización de las hostilidades.

La Junta Militar argentina impuso ayer una férrea censura sobre todas las informaciones procedentes del exterior o vinculadas a la seguridad nacional y estableció severas penas contra los infractores de estas normas. El estado mayor conjunto controlará, antes de su difusión por los medios de comunicación argentinos, todas las noticias del exterior, cualquiera que sea su procedencia, y todas las informaciones relacionadas con el desarrollo de las operaciones militares y con la seguridad nacional.

Los directores o editores de los medios de difusión serán responsables, directa y personalmente, de toda transgresión a estas normas, dispone el decreto de la Junta Militar. Las sanciones previstas son la clausura del medio que infrinja estas disposiciones y la detención personal del director o editor del mismo "por tiempo indefinido" y sin perjuicio de otras sanciones penales o civiles que pudieran corresponderle. La Prensa extranjera que informa desde Argentina no sufre de momento más prohibiciones que la de viajar al Sur del país.

Para mantener al tanto a la población de los comunicados oficiales, las autoriddes dispusieron que todas las radios del sur del país emitan veinticuatro horas diarias, que los comunicados se difundan por radios y televisiones conectadas en cadena y que los periódicos se publiquen hoy, festividad del Primero de Mayo, día en que la Prensa argentina tradicionalmente no sale a la calle.El Banco Central argentino dispuso ayer la suspensión de pagos en divisas al exterior. Una serie de medidas éconónlicas de emergencia han sido ya preparadas por el Gobierno, que las aplicará según vayan desarrollándose los acontecimientos en el Atlántico sur. Los objetivos principales de estas medidas serán resguardar las reservas del Banco Central y combatir el posible desabastecimiento de algunos productos básicos que podría resultar del acaparamiento de éstos por parte de la población.