Razones estratégicas y económicas justifican el proyecto Presur
La Administración está convencida que razones estratégicas y económicas muy concretas justifican el proyecto de construcción de una planta de pellets en Badajoz e incluso se piensa que su relativa rentabilidad económica está asegurada gracias a la subvención directa, del orden del 5%, que va a recibir, aparte de los créditos oficiales que un plan de este tipo requiere. En este sentido, en medios próximos a Industria se considera que el estudio técnico de viabilidad que realiza la Dirección General de Minas, y que tiene que finalizar antes de tres meses, puede ser favorable a la continuación parcial del proyecto.No obstante, la realización de sólo una parte del proyecto integral Presur va a forzar a una modificación legal de la sociedad que, según la decisión del Consejo de Ministros que la creó, en diciembre de 1980, tenía por objeto no sólo la construcción de la planta de pellets sino también la obtención de reducidos de mineral de hierro a partir del gas natural de Cádiz. Medios oficiales creen ahora que habrá que cambiar el accionariado y objetivos sociales de esta empresa, ya que algunos de sus socios (en particular, las siderúrgia no integral, que no utiliza pellets sino reducidos) no pasecen interesados en la realización parcial del llamado complejo integral del Suroeste, una vez que se hayan alejado las esperanzas de encontrar gas suficiente en el golfo de Cádiz.
Las razones estratégicas y económicas que adujen los defensores técnicos del proyecto de pellets van desde la necesidad de aprovechar los recursos mineros nacionales hasta las garantías de suministro que puede suponer, en un previsible momento de contracción del mercado mundial, la disponibilidad en territorio español de una materia prima de estas características.
En el lado económico se apunta que la obtención de 800.000 toneladas (le pellets del mineral de Fregenal de la Sierra puede ser tan económico, o antieconómico, como la importación de una cantidad similar del producto desde Brasil. Basta señalar, destacan, que si el proyecto de pellets contará con niil millones de pesetas de subvención directa en los primeros cinco años de funcionamiento, Ensidesa está obteniendo una subvención indirecta en la importación de pellets brasileños a través de la exención total de aranceles y la ausencia de gravámen interno de compensación, que se estima abarata el coste para la empresa siderúrugica nacional en un 4%.
En algunos medios oficiales se tiene la impresión de que, a la vista de los argumentos técnicos utilizados por las dos partes que batallan por la continuación o cancelación de este proyecto, la gigantesca polémica que ha desatado el proyecto ha caído a un terreno eminentemente político, donde twnbién han influído muchos aspectos personales de los protagonistas. Este último aspecto parece haberse incluso salido de tono con el cruce de cartas y artículos de opinión que dos presidentes de organismos públicos -Campsa, Sánchez de León; e INI, Carlos Bustelo protagonizaron la semana pasada.
Lo más resaltable del debate público sobre Presur es el cambiante reparto de papeles entre los protagonistas. Algunos fiscales del proyecto, como es el caso de Bustelo, fueron, al menos en línea de responsabilidad, abogados en otro tiempo. No hay que olvidar, apuntan algunos medios, que el actual presidente del INI era ministro de Industria cuando su subsecretario, Enrique García Romeu, firmó el nombramiento de Eduardo Becerril como presidente de Presur. Y que Bustelo ya contaba con abundante material del INI, bajo la tutela de su departamento, en el que se le alertaba sobre los efectos del plan Presur en Ensidesa.
Otro caso llamativo es el de Sánchez de León, diputado centrista por Badajoz y actual presidente de Campsa. El político extremeño, al que muchos compafleros de partido responsabilizan de gran parte del fiasco en que puede acabar este tema, ha sido el defensor más beligerante del proyecto Presur.
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