Tres periodistas británicos, primeras víctimas de la crisis

Las primeras víctimas por parte británica del conflicto de las islas Malvinas podrían ser tres periodistas ingleses, detenidos desde hace una semana por las autoridades argentinas bajo acusación de espionaje, que ayer prestaron declaración ante un juez federal en Ushuaia, la ciudad más austral del mundo.

Simon Winchester, del semanario The Sunday Times fue detenido en el aeropuerto de Río Gallegos, junto con lan James Mather y Anthony Prime, redactor y fotógrafo, respectivamente, del semanario británico The Observer. Los tres reporteros son acusados de tomar fotografías de material militar y de tener en su poder datos muy concretos sobre aviones de combate argentinos. De acuerdo con la acusación, los periodistas portaban también unos prismáticos y un minitransmisor.En un escrito que lograron hacer llegar a un semanario argentino, los reporteros niegan las acusaciones y recurren a su dilatado historial profesional para demostrar que han sido y son periodistas enviados por sus medios para cubrir el conflicto anglo-argentino en el Atlántico sur. Añaden que han recibido un trato "bueno y cortés" por parte de las autoridades militares argentinas.

Hasta su comparecencia ante el juez federal Carlos Sagastume, que comenzó ayer, los periodistas ingleses permanecieron incomunicados, aunque se les permitió oir la radio y jugar al ping-pong. Un abogado contratado por el Sunday Times que se encargará de la defensa de los tres acusados, llegó ayer a Ushuaia, en la provincia de Tierra del Fuego y a casi tres mil kilómetros de Buenos Aires.

En caso de ser declarados culpables, los periodistas podrían ser condenados a penas de prisión de entre dos y ocho años. Otros tres informadores canadienses fueron detenidos el Viernes en Comodoro Rivadavia, por filmar imágenes en una zona militar, pero se les puso en libertad enseguida.

Más de un centenar de enviados especiales de la Prensa mundial han firmado un escrito de protesta por la detención de sus compañeros británicos y ante lo que se considera una "absurda" acusación de espionaje. Los tres reporteros son de sobra conocidos en el mundillo periodístico internacional.

En el caso de Simón Winchester, un prestigioso reportero que ha viajado por todo el mundo, se da la circunstancia de que llegó a las islas Malvinas dos días antes de la invasión por parte de la Junta militar argentina, estuvo presente en la misma y tomó numerosas fotografías.

Aparte de la supuesta existencia de los prismáticos y el transmisor, la acusación alega que ninguno de los detenidos tiene la condición de periodista en sus pasaportes, sino otras como representante y agente comercial. Tampoco se inscribieron como periodistas en los hoteles en los que se alojaron en el sur del país.

Las notas y el material gráfico encontrados en poder de los periodistas británicos están siendo analizados por expertos en inteligencia y de su dictamen dependerá en gran medida la decisión del juez federal, que podría absolverlos, acusarlos o declararse incompetente y pasar el caso a la jurisdicción militar.