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Crítica:CINE / 'LOULOU'
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Ternura y algo de humor

Es Maurice Pialat un director que comenzó su trabajo cuando había abandonado ya los entusiasmos juveniles y observaba la vida desde una perspectiva relajada. Esa serenidad no le impidió un cierto frescor narrativo que le hacía confundir con quienes en los años sesenta se roponían la renovación estética del cine francés. La infancia desnuda, su primer largometraje, asombró en el Festival de Venecia de 1967; cuatro años más tarde, No envejeceremos juntos despertó similares entuisiasmos en el de Cannes. El tema de la pareja, al que tan adicto es el cine francés, era contemplado por Pialat con un rigor inusual, con un agudo conocimiento de las contradicciones, esperanzas e imposibilidades de la vida amorosa en común. El aplauso de la crítica francesa le convirtió en autor reconocido.De nuevo es la pareja el tema que le importa, aunque en Loulou ha tratado de diferenciar los aspectos psicológicos de ambos amantes, de tal forma que no interese tanto su relación en común como las motivaciones que les llevan a ponerla en marcha. Ella, debatida entre el placer que obtiene en sus relaciones adúlteras y el confort del hogar qiie ha abandonado, es en cierto modo el compendio de otras muchas burguesas que el cine ha retratado: mujer joven, deseosa de experiencias, fuerte al principio, desorientada después. El, disimulando una debilidad que oculta para mantener la imagen de delincuente duro, amante eficaz y hombre de respuestas, se encuentra muchas veces perdido en un papel que le incomoda tanto como le fascina: no tiene otro para interpretar. Los dos son, pues, de alguna manera, la síntesis de numerosos persona:s similares, fácilmente identificables, por otra parte, en la vida cotidiana.

London

Director: Maurice Pialat. Guión: Arlette Langmann. Fotografía: Pierre Willkiam Glenn y Jacques Loiselux. Intérpretes: Gerard Depardieu, Isabelle Huppert, Guy Marchand y Humbert Balsan. Francesa, 1980. Comedia dramática.Local de estreno: Alphaville

Pialat ha situado a sus personajes en el ambiente de ciertos marginados parisienses y ha elegido para narrarlos el estilo e un cine documental que inluso fuerza con cámara en mano, desenfoques continuos, con el clímax de una película de principiante. Sin embargo, su punto de vista sobre la marginación no ha partido de un conocimiento profundo de los personajes que la pueblan. No ha podido eludir una bonhomía acartonada que, sin impedir la simpatía hacia los personajes, los evidencia en todos sus apriorismos literarios.

Los clásicos franceses

El director se ha inspirado probablemente en viejos clásicos franceses, donde esos mismos personajes se analizaban desde el salón a la hora del té, pero suponían un riesgo para in cine que no entendía entonces más que de guapas y elegantes señoras casadas. No son ya los mismos tiempos. Los propios marginados que Pialat retrata han inspirado películas donde la bonhomía no tiene cabida. El humor y la ternura presiden, en cambio, su exposición. La acidez sólo es eventualmente insinuada.El talento de los actores supera las deficiencias del proyecto. Depardieu, la Huppert y Guy Marchand, en el papel de marido engañado, realizan espléndidos trabajos, aportando un conocimiento de la realidad superior al que les permite el texto. Son, sin duda, más jóvenes que su director.

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